Un hombre negro que fue arrestado y luego jalado con una cuerda por dos policías blancos de Texas, demandó a la ciudad estadounidense de Galveston por un millón de dólares en daños y perjuicios, dijo el lunes su abogada a la AFP.
Donald Neely fue detenido en agosto de 2019 por el delito de allanamiento por dos oficiales de la policía montada, que lo esposaron, le ataron una cuerda y se lo llevaron.
La imagen causó indignación y fue un doloroso recordatorio de algunos de los momentos más sombríos del pasado racista de Estados Unidos, incluyendo el encadenamiento de personas esclavizadas y el linchamiento de negros en el sur del país.
Neely fue conducido a pie jalado por la cuerda varias cuadras en el centro de la ciudad costera en el sureste de Texas, ante la mirada de numerosas personas, algunas de las cuales fotografiaron el incidente.
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Una foto en particular se hizo viral en redes sociales y provocó ira e indignación por el trato degradante del hombre arrestado.
En una demanda interpuesta el 7 de octubre, Neely condenó que el trato que le dio la policía fue "extremo y indignante".
"Neely sintió que se le exhibía como si fuera un esclavo", señala la demanda, añadiendo que el demandante sufrió humillación y miedo por las acciones de los policías.
Neely está solicitando un millón de dolares en compensación.
"Lo que sucedió a Donald simplemente estuvo equivocado", dijo su abogada Julie Ketterman, "Él quiere hacer todo lo que pueda para asegurarse de que no le pase a nadie más".
En el momento de su detención, Neely, que sufría de problemas de salud mental, era un indigente. Los dos oficiales de policía montada lo hallaron durmiendo en la entrada de un edificio.
El jefe de policía de Galveston, Vernon Hale, que también es afroestadounidense, dijo que se enseña a los policías la técnica que utilizaron, pero que había decidido descontinuarla y de disculpó con Neely.