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Sede del famoso equipo de baloncesto neoyorquino Knicks y numerosos conciertos de Billy Joel, el famoso Madison Square Garden (MSG) de Manhattan está en el centro de la polémica pues le acusan de un uso discriminatorio de la tecnología de reconocimiento facial.
La sala de espectáculos, donde Joe Frazier derrotó a Muhammad Ali en 1971 en la "Pelea del siglo", está bajo fuego por usar el software para identificar y expulsar a ciertos abogados que acuden a los eventos de la arena porque están asociados con un litigio en curso que involucra a MSG.
Para los defensores de los derechos humanos, se trata de un abuso de la tecnología que desata temores de que socave la privacidad y se convierta en una herramienta de control desde Estados Unidos a China.
"Cuando los ricos y poderosos son libres de usar reconocimiento facial para rastrear a los ciudadanos, todos estamos en riesgo", dice Albert Fox Cahn, director ejecutivo de S.T.O.P., una organización sin fines de lucro que lucha por la privacidad.
"Este es un escalofriante ejemplo de lo mezquinas que pueden ser las represalias", dice a la AFP.
En octubre, Barbara Hart y su marido se dirigían a sus asientos en el MSG en ocasión de un concierto de Brandi Carlile para celebrar su aniversario de boda, cuando los agentes de seguridad los pararon.
Las entradas estaban a nombre de su marido y los agentes dijeron su nombre sin siquiera haber visto sus documentos de identidad antes de expulsarlos, asegura.
Hart, abogada, cree que la seguridad utilizó tecnología para comparar su rostro con una foto de la página web de su bufete, implicado en una demanda contra la empresa MSG Entertainment, del mismo grupo que el Garden, pese a que ella no trabaja en el caso.
"Fue desconcertante y perturbador. Intimidación con herramientas sofisticadas", dice la abogada de 62 años a la AFP.
Al menos, cuatro abogados fueron expulsados de la sala de espectáculos porque sus bufetes están inmersos en una disputa legal con MSG Entertainment.
Kerry Conlon dijo al New York Post que le habían prohibido entrar en Radio City Music Hall en noviembre con su hija de 9 años.
Otros dos abogados declararon a medios locales que se les negó la entrada al MSG para ver a los Knicks y a los New York Rangers.
MSG Entertainment, del multimillonario James Dolan, dijo recientemente que "impide a los abogados de bufetes que mantienen un litigio activo contra la empresa asistir a eventos en nuestros locales hasta que se haya resuelto el litigio".
La fiscal de Nueva York, Letitia James, advirtió el martes que esa política "puede violar" la legislación neoyorquina.
Senadores del estado propusieron esta semana reforzar la ley 1941 que prohíbe "la denegación injusta de admisión" a personas con entradas válidas a los espectáculos.
Para los defensores de los derechos humanos, la enmienda propuesta, aunque bienvenida, no resuelve el problema de la creciente vigilancia en la era de los algoritmos.
La tecnología de reconocimiento facial es legal en Nueva York. Los aeropuertos y la policía la utilizan.
En 2020, el gobierno del estado prohibió temporalmente su uso en colegios. Activistas como Cahn abogan por la prohibición total.
El ejemplo del Madison Square Garden muestra que una empresa privada puede utilizar la tecnología para "excluir a aquellos cuya voz quieren silenciar", afirma.
La tecnología que usa MSG utiliza un algoritmo para comparar imágenes tomadas por cámara con una base de datos de fotografías, según una información del diario The New York Times de 2018.
"El sistema de tecnología de reconocimiento facial no guarda imágenes de las personas, con la excepción de aquellas a las que se haya advertido previamente de que tienen prohibida la entrada en nuestros locales, o cuya mala conducta anterior en nuestros locales les haya identificado como un riesgo para la seguridad", declaró a la AFP un portavoz de MSG Entertainment.
Estados Unidos y la Unión Europea intentan regular el uso de datos biométricos, reconocimiento facial e inteligencia artificial.
Sus partidarios afirman que el reconocimiento facial refuerza la seguridad mientras que sus detractores sostienen que esta tecnología imperfecta es propensa a falsas coincidencias entre minorías étnicas y, por tanto, discriminatoria.
Los detractores también destacan que la policía china la ha utilizado para localizar y detener a manifestantes.
El uso de MSG "pinta un cuadro orwelliano de la sociedad actual", dice a la AFP Daniel Schwartz, estratega principal de privacidad y tecnología de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York.