Los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata vuelven a debatir esta noche, pero el panorama ha cambiado drásticamente desde la vez pasada: Hay un proceso de juicio político en marcha, Bernie Sanders se está recuperando de un ataque cardíaco y Elizabeth Warren está empatada con Joe Biden en primer lugar en las encuestas.
Lugar y hora del debate
Esta noche el drama político vuelve a las pantallas de televisión en un escenario de Ohio donde se congregará el grupo más numeroso de candidatos en un mismo debate en la historia moderna de Estados Unidos: serán 12 en total.
El debate se celebrará a las 20H00 locales, 00H00 GMT del miércoles.
¿QUÉ CONSECUENCIAS POLÍTICAS TENDRÁ EL ATAQUE CARDÍACO DE SANDERS?
Menos de dos semanas después de ser hospitalizado Sanders, senador por Vermont de 78 años de edad, deberá convencer a los votantes de que tiene las condiciones físicas para ir en campaña electoral por varios meses más y, lo que es más importante, de que está en condiciones de ejercer la presidencia de Estados Unidos. Sus partidarios dicen que Sanders puede usar esa circunstancia a su favor, al centrar el debate en el tema del acceso a la atención médica. Otros esperan que la desventura le ayudará a expresarse mejor a nivel personal. La edad de un candidato es un tema delicado, pero Sanders sabía que su edad iba a ser una desventaja, incluso antes del más reciente episodio.
¿CÓMO RESPONDERÁ WARREN AHORA QUE ESTÁ ARRIBA EN LAS ENCUESTAS?
Por primera vez Elizabeth Warren está de puntera en las encuestas, empatada con Biden. De entender por sucesos recientes, recibirá mucho más escrutinio que en los tres primeros debates. Ahora podrá enfrentar con más ahínco a sus críticos y desechar la imagen de que le será difícil atraer votos entre la población general. Eso no será fácil. Unos la acusan de ser demasiado liberal, otros de ser demasiado capitalista. Además tendrá que responder preguntas sobre la manera en que ha descrito su pasado, y ello podría afectar una de las características más apreciadas en un candidato: la autenticidad.
¿CÓMO SE DEFENDERÁ BIDEN?
Biden llega al debate un tanto debilitado ya que ha dejado de ser el puntero solitario en las encuestas. Ahora tendrá que poner en práctica una estrategia eficaz ante las acusaciones falsas del presidente Donald Trump y sus allegados en cuanto a los tratos empresariales del hijo de Biden en el extranjero. Si Biden no logra despejar ese tema, corre el riesgo de que ser acosado por preguntas incómodas durante la elección general en caso de ser el postulado. Parte del problema para Biden es su propio temperamento. Biden, de 76 años, es conocido por ponerse a la defensiva cuando es atacado. Probablemente será defendido por otros como Julián Castro o Beto O'Rourke, quienes recientemente han fustigado a Trump por sus críticas contra Biden. Pero es posible también que los demás candidatos expresen cuestionamientos sobre el trabajo que Biden hijo hizo para una empresa ucraniana cuando Biden era vicepresidente. Si Biden llega a perder los estribos en el podio, podría ganar la discusión y aun así salir perdiendo.
¿QUÉ TEMAS DE POLÍTICA EXTERIOR SALDRÁN A LA LUZ?
Los temas de política exterior apenas fueron mencionados en los debates anteriores, lo que permitió a políticos con poca experiencia en el escenario internacional ignorar asuntos de enormes consecuencias geopolíticas. Es casi seguro que eso cambie la noche del martes debido a los más recientes acontecimientos en el Medio Oriente. La invasión turca en el norte de Siria, algo que ha suscitado actitudes contradictorias por parte de la administración Trump, está en pleno desarrollo. Tanto demócratas como republicanos han condenado la actitud errática de Trump en esta cuestión, pero ahora habrá presión para que los distintos aspirantes demócratas presenten su propio plan sobre qué hacer en el Medio Oriente. La falta de experiencia en política internacional afectó la primera candidatura presidencial de Sanders, e incluso Warren ha dedicado la mayor parte de su campaña a temas de interés nacional. Biden sí tiene amplia experiencia internacional, pero también tiene puntos débiles en esa área, como por ejemplo cuando en el 2002 votó a favor de autorizar el uso de la fuerza para invadir Irak.
¿NO SERÁN DEMASIADOS DOCE CANDIDATOS?
Incluso en los debates pasados con sólo 10 candidatos, los moderadores pasaron dificultades para estimular discusiones sustanciales y dar igualdad de tiempo a los postulados de tal manera que puedan presentar sus distintas posiciones. ¿Será que con 12 se hará más difícil? Ciertamente hay quienes así opinan. Hasta ahora, la nutrida cantidad de participantes ha convertido a los debates en eventos sosegados en que nadie tiene el tiempo suficiente para destacarse o siquiera para verse perjudicado. Esas son buen noticias para los candidatos punteros en las encuestas, pero no tan buenas para los más rezagados. Ante la realidad de que ésta podría ser su última oportunidad, los más rezagados están obligados a hacer algo para resaltar entre la multitud.
¿CÓMO SERÁ TRATADO EL TEMA DE LA IMPUGNACIÓN DE TRUMP?
Todos los participantes se han pronunciado a favor de la investigación para un posible juicio político a Trump, pero algunos lo han hecho con más renuencia que otros, de cara a un proceso sumamente divisivo. Warren, por ejemplo, se manifestó a favor de impugnar a Trump hace seis meses, mientras que Biden lo hizo apenas la semana pasada. Tulsi Gabbard también hizo el llamado más tarde, advirtiendo que el proceso dividirá más a una nación ya polarizada. No se sabe cómo ese tema afectará el debate de esta noche, pero lo que digan o dejen de decir los aspirantes sobre la necesidad de destituir a un presidente en ejercicio podría perjudicar al partido si eventualmente llega de nuevo a la Casa Blanca.