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La línea de autobuses Greyhound se está viendo envuelta en el debate, grupos que apoyan a los inmigrantes la acusan de cooperar con las autoridades de la patrulla fronteriza, exponiendo a sus pasajeros a violaciones de sus derechos constitucionales.
Luego de que varios residentes legales e incluso ciudadanos americanos naturalizados han sido cuestionados y detenidos por agentes de la patrulla fronteriza, cuando viajaban a bordo de autobuses de la línea Greyhound en distintas partes de Estados Unidos, siendo victimas de perfil racial y objeto de cateos inconstitucionales, el clamor porque la compañía deje de cooperar con las autoridades crece, de acuerdo con The San Antonio Express News.
Organizaciones proinmigrantes le piden a la compañía que asuma una postura, y que ponga por encima de todo los intereses de sus clientes, que los choferes nieguen el ingreso de los agentes de la patrulla fronteriza a los autobuses a menos que tengan una causa probable o una orden de la autoridad.
Greyhound recorre el país, con destinos a 3, 800 puntos sirviendo a 18 millones de pasajeros anualmente.
Un vocero de la compañía afirmó que a Greyhound se le requiere el cumplimiento de la ley, permitiendo el acceso a los agentes de la patrulla fronteriza cuando lo soliciten, pero que la línea de autobuses no apoya o coordina las búsquedas que realizan, tampoco les gusta, pues saben que incomodan a los pasajeros y ponen en riesgo a sus choferes.
Según la vocera, estatutos legales permiten a la patrulla fronteriza inspeccionar autobuses en una distancia de 100 millas desde las fronteras, terrestres y marítimas, esto es una zona en donde habitan 2/3 partes de la población.