La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi tuvo la última palabra sobre el discurso del Estado de la Unión pronunciado por el presidente Donald Trump: recién había acabado de hablar Trump el martes por la noche, Pelosi partió su copia en dos.
Lo hizo en el podio, detrás de Trump y frente a las cámaras. Mientras él bajaba las escaleras, ella lo rompió de nuevo. Luego por tercera vez. Luego una cuarta. Si Trump llegó a percatarse del gesto que estaba sucediendo detrás de él, no reaccionó cuando se fue, pero Pelosi estaba a sus anchas, con un profundo conocimiento de su audiencia, y no había terminado.
Y si acaso quedó alguna duda, cuando Trump se fue Pelosi levantó lo que quedaba del texto y lo agitó dirigiéndose a su familia, en la parte trasera de la sala a la vista de los periodistas.
El momento hizo eco del aplauso sarcástico que le brindó Pelosi a Trump el año pasado, en el mismo lugar, cuando el presidente republicano comenzó su discurso.
El discurso “fue un manifiesto de falsedades", dijo Pelosi a los periodistas al abandonar el Capitolio. Romper el discurso era “lo más cortés, dada la alternativa”, agregó.
El gesto no estaba planeado de antemano, dijo una fuente allegada a Pelosi que pidió permanecer anónima.
Los republicanos rechazaron el gesto de Pelosi, tildándolo de berrinche y una falta de respeto.
Al romper el discurso "rompió toda posibilidad de atraer a votantes independientes", dijo el portavoz de la campaña de Trump, Tim Murtaugh. "Pelosi y los demócratas no hicieron nada mientras escuchaban todas las buenas noticias para los estadounidenses en ese discurso", agregó.
"Fue un discurso sobre héroes y trabajadores de la patria”, tuiteó el republicano Steve Scalise, alegando que Pelosi “decidió literalmente que ESO merecía ser partido en dos", agregó.
Romper el discurso le dio a Pelosi la última palabra visual sobre Trump, quien en este momento cuenta con fuerza política. Llegó a la cámara con todo el Partido Republicano detrás de él y después del revés sufrido por los demócratas ante la falta de resultados en los caucus de Iowa la noche anterior.
Si bien Trump fue sometido a juicio político por la Cámara de Representantes, donde dominan los demócratas, está a punto de ser absuelto por el Senado donde los republicanos son mayoría. Los demócratas, mientras tanto, están envueltos en una intensa campaña interna para definir su candidato presidencial de cara a las elecciones de noviembre.