Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, anunció su divorcio de Sophie Gregoire después de 18 años de casados.
La pareja comenzó su relación desde que eran adolescentes, aunque se enamoraron cuando eran niños; se casaron en 2005 cuando ella tenía 30 años y él 33.
Si bien parecían perfectos juntos, en 2014, su matrimonio se vio manchado por varios rumores que aseguraron una infidelidad por parte de él, incluso la polémica se trató como un escándalo sexual.
Un medio de farándula canadiense, conocido como Frank, publicó en 2014 que Trudeau había tenido una aventura con la madre de un estudiante de la escuela West Point Gray, sin identidad revelada.
Otro medio llamado Globe Mail también dijo que la prensa canadiense sabía y publicaría un reporte sobre otra infidelidad por parte de Trudeau con una adolescente; dicha historia no vio la luz en ningún periódico ni canal informativo de Canadá ni estuvo en proceso ya que no había evidencia para acusar a Justin.
Los rumores surgieron en antes de que él tomara el cargo de primer ministro en 2014. En una entrevista con Canadian Broadcasting Corporation, Justin admitió que su matrimonio había pasado por varios “altibajos” y que todos fueron superados.
El entrevistador interrumpió al político para preguntarle se los altibajos incluían al menos una infidelidad por parte de él o de ella, a lo que Justin contestó tajantemente “No”.
“Nuestro matrimonio no es perfecto y hemos tenido altibajos difíciles, pero Sophie sigue siendo mi mejor amiga, mi compañera, mi amor”, dijo. “Hemos sido honestos el uno con el otro, incluso si duele”, agregó.
Durante la charla señaló que su relación pasaba por “desafíos por los que pasa cualquier matrimonio real” y que las labores profesionales de él afectaba directamente su matrimonio hasta el grado de que Sophie "odiaba" su trabajo.
“Tengo un trabajo muy difícil y de mucha presión. Todo el mundo sabe lo difícil que es equilibrar las responsabilidades familiares con un trabajo que me lleva por todo el país y trabajando muy duro. Hay momentos en que ella odia mi trabajo y me odia por amar mi trabajo”.
En una entrevista separada, Sophie se reservó sus comentarios sobre alguna infidelidad cuando Globe and Mail mencionó el tema. “Puedo decirles de inmediato que ningún matrimonio es fácil”.
“Queremos acercarnos más como individuos a lo largo de nuestra vida y ambos somos soñadores y queremos estar juntos todo el tiempo que podamos. Estoy feliz de que hayamos tenido que pasar por eso”, agregó sin mencionar el tema o especificar las dificultades que superaron.
Después de que trascendió su separación, se informó que sus tres hijos vivirán con Justin en la residencia del primer ministro Rideau Cottage, mientras ella se mudará sola a Ottawa.