Melania Trump no pudo ocultar su incomodidad cuando su esposo, el presidente Donald Trump, le pidió que sonriera para las cámaras durante su visita al Santuario de San Juan Pablo II, en la Universidad Católica de América, Washington DC.
Las cámaras captaron el momento cuando la primera dama trató de sonreír sin mucho éxito, luego de que Donald Trump le murmurara algo como: “¿Puedes sonreír?”.
Vestida de negro, con gafas solares grandes, y un semblante desencajado, la exmodelo forzó una media sonrisa para después agachar el rostro y continuar su camino.
En el video se muestra al presidente fuera del santuario con una amplia sonrisa, mientras que Melania luce seria y fría momentos antes de ingresar al edificio.
El clip de inmediato se hizo viral en los medios de comunicación, pero principalmente en redes sociales, donde los internautas han comenzaron a exponer sus teorías sobre el estado anímico de la primera dama y sus posturas ante las controversias que ha generado Trump en los últimos días.
La visita de los Trump al santuario se produjo un día después de que desatara la indignación por presentarse en la iglesia de Saint John con la biblia en manos, tratando de simbolizar su poder y autoridad frente a las manifestaciones en contra del racismo.
Esta no es la primera vez que la eslovaca demuestra su incomodidad en actos públicos junto a su esposo.
Un día antes de que Trump jurara como presidente, Melania fue presentada a los altos mandos políticos con gestos poco gratos y amabilidad forzada.
Al día siguiente de la toma de posesión de Trump como presidente de Estados Unidos, Melania trató de dibujar una sonrisa amable en medio de las multitudes presentes, pero una vez que Trump dejó de mirarla, Melania apagó sus gestos y agachó el rostro.
Ese mismo día, celebrado en enero de 2017, la Michelle y Barack Obama esperaron a los nuevos inquilinos de la Casa Blanca. Como era de esperarse, a su llegada Donald entró primero a la residencia, dejando que su esposa descendiera sola de su vehículo y entrara junto a los Obama.
En mayo de dicho año, los Trump realizaron un viaje a Tel Aviv, Israel. Durante su visita, la primera dama rechazó la mano de su marido y pareció darle un manotazo mientras caminaban junto al primer ministro del país.
En 2018 se hizo viral un video donde se ve a Melania rechazando cualquier contacto físico con Donald durante una caminata hacia el helicóptero presidencial en la Casa Blanca.
Más allá de las especulaciones de los internautas y de sus teorías en cuanto a la personalidad y actitudes de FLOTUS, una biografía no autorizada asegura que la primera dama de EU ejerce una poderosa influencia sobre su esposo, vida personal y equipo de trabajo.
En la biografía, escrita por una periodista de CNN, se lee que Melania fue la causa del despido de una alta funcionaria se seguridad nacional luego de sentirse menospreciada en un viaje a África.
También se lee que suele enviar mensajes sobre las políticas de su marido a través de su indumentaria en apariciones públicas y que cuenta con un espacio exclusivo para ella en la residencia oficial con el objetivo de mantenerse alejada de su marido.
En cuanto a sus labores como primera dama, prefiere ocuparse de ellas a un bajo perfil sin hablar en público y dejar el resto a Ivanka Trump, hija del magnate y una “usurpadora de su papel”.
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