Una vez más, Kim Kardashian perdonó la conducta de Kanye West y dejó pasar los comentarios que hizo su esposo sobre ella y su familia en redes sociales hace un par de semanas.
En medio de una crisis por la bipolaridad que padece, West dejó entrever que Kim se había insinuado a su amigo el cantante Meek Mill y que además estaba pensando en divorciarse de ella.
Sin embargo, todo quedó atrás y Kim acompañó a Kanye en el Sunday Service que él grabó para todos sus seguidores.
A través de twitter, el cantante agradeció al personal que hizo posible el momento considerando las restricciones que hay por la pandemia de coronavirus.
“Nos gustaría agradecer a nuestro personal por asegurarse de que se siguieron todas las pautas de seguridad de Covid durante el servicio dominical en nuestro rancho familiar de West Mountains en Wyoming.
Estamos más que bendecidos de poder compartir el amor de Cristo a través de la adoración”, dijo Kanye.
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El mensaje acompañó a un video en el que se ve a Kim cargando a uno de sus hijos, ambos portando trajes en color naranja como el resto del coro de Kanye.
Por su parte, Kim colgó este mensaje en twitter:
“Para cualquiera que se lo pregunte, el equipo de Kanye tomó todas las precauciones para garantizar la salud y seguridad del coro, que siempre es la máxima prioridad. Hoy se filmó sin público. La música se compartirá pronto para cualquiera que necesite un poco de edificación”.
Hace unos días Kim y Kanye decidieron parar todas sus actividades y viajar en familia a República Dominicana para superar los días díficiles en los que Kanye no solo arremetió contra Kim sino también contra la madre de ella, la famosa Kriss Jenner a quien llamó “Kris Jong-un” en un mensaje que luego borró.
Antes del viaje familiar, Kardashian y West se vieron brevemente en el rancho de Wyoming. De esa visita se publicaron varias fotos de la influencer llorando y visiblemente afectada mientras mantenía una conversación con su marido en el auto.