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La candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, celebró sus 60 años este domingo en iglesias afroamericanas de Georgia, mientras el republicano Donald Trump se vistió de empleado en un McDonald's de Pensilvania para desacreditarla, en plena recta final de una reñida campaña presidencial en Estados Unidos.
La leyenda de la música Stevie Wonder acompañó a Harris en una de sus paradas en un suburbio de Atlanta, le cantó el "Feliz cumpleaños" y pidió a los ciudadanos "pensar más que en sí mismos al votar".
Harris insistió en que Estados Unidos es "un país que se basa en hacer cosas enfocadas en el mejor interés" de sus hijos y familias, "ayudando a las personas a salir de la pobreza".
Antes, al visitar una iglesia bautista cerca de Atlanta, pidió a una congregación negra acoger valores compasivos mientras otros "difunden el odio, siembran el miedo y causan el caos".
Dirigiéndose a feligreses afroamericanos -un grupo demográfico tradicionalmente demócrata-, usó la parábola del buen samaritano para pedirles que hagan "brillar la luz en momentos de oscuridad".
Georgia es uno de los estados clave que podría decidir las elecciones del 5 de noviembre, al igual que Pensilvania, donde ambos candidatos tienen eventos previstos este domingo en la tarde.
Justo en Pensilvania, el domingo apareció un Trump menos adusto que de costumbre y más risueño. A las afueras de Filadelfia, hizo las veces de empleado de McDonald's y cocinó papas fritas para burlarse de Harris, quien ha dicho que trabajó en la cadena de comida rápida cuando era joven.
Trump ha asegurado repetidamente, sin ofrecer pruebas, que la vicepresidenta nunca ha sido empleada en un McDonald's.
Cuando los periodistas le recordaron que este domingo era el cumpleaños de Harris, Trump le deseó lo mejor y bromeó diciendo: "Creo que le compraré unas flores".
La edad ha sido un factor crucial en la campaña, que el presidente estadounidense, Joe Biden, abandonó en medio de temores sobre su lucidez. Harris por su parte apuntó constantemente a la capacidad mental del propio Trump, de 78 años, de ejercer la presidencia.
Biden pasó la antorcha a Harris luego de un desastroso debate contra el magnate conservador que despertó preocupaciones sobre su estado físico y cognitivo. Pero la edad de Trump no aparece para los votantes como un factor central.
En Atlanta, Harris acusó el sábado a Trump de "eludir debates y cancelar entrevistas por agotamiento".
"Cuando responde a una pregunta o habla en un mitin, ¿se han dado cuenta de que tiende a salirse del guión y a divagar, y en general no puede terminar una idea?", lanzó.
Los dos candidatos están utilizando sus últimos días de frenética campaña en estados que pueden volcarse a uno u otro partido, y también lo hacen sus emisarios.
El fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, se unió personalmente a la campaña de Trump en Pensilvania, con una serie de eventos.
Hablando en Harrisburg, una ciudad del sureste del estado, anunció que comenzará a distribuir aleatoriamente premios en dinero -un millón de dólares por día hasta el 5 de noviembre- para electores del estado que firmen la petición de su organización de respaldar a Trump.
Harris tuvo el apoyo de estrellas de la música como Lizzo y Usher para acercarse a los votantes.
Lizzo arrancó aplausos cuando dijo que Estados Unidos está más que preparado para su primera presidenta, haciendo alusión a un verso de uno de sus éxitos: "It's about damn time!" (¡Ya es la maldita hora!, en español).
Una de las principales estrellas de Atlanta, Usher, dijo allí a los votantes que cuenta con ellos para que la aspiración de la vicepresidenta "llegue a la meta" en Georgia.