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Un juez que ya ha condenado a la empresa familiar de Donald Trump, un fiscal progresista y una ex actriz porno. He aquí algunos de los actores más esperados en el juicio que comienza el lunes contra el magnate, el primer expresidente estadounidense en sentarse en el banquillo de la justicia penal.
A sus 77 años, el 45º presidente de Estados Unidos (2017-2021) es el primer exinquilino de la Casa Blanca acusado penalmente. Además coincide con su revancha electoral contra Joe Biden para su anhelado regreso a la presidencia en 2025.
El líder republicano comparece acusado de falsificar documentos comerciales con el fin de ocultar el pago para obtener el silencio de una exactriz de películas porno con la que tuvo una supuesta relación extramatrimonial.
"Todo lo que tenía que hacer era firmar un papel para guardar silencio", dice en un reciente documental sobre ella. Pero nada salió según lo previsto para Stormy Daniels.
La ex actriz porno cobró 130,000 dólares en 2016 para guardar silencio sobre una relación sexual que asegura haber mantenido con Trump en 2006, lo que él siempre ha negado.
Cuando el caso salió a la luz en 2018, se encontró en el punto de mira, convertida en un icono feminista para algunos, pero odiada por los partidarios del magnate. Se espera que testifique en el juicio.
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El ex abogado personal de Trump, que no renegó del apodo 'pitbull' que le dio el candidato republicano a la presidencia, se ha convertido en su enemigo y será el testigo clave de la acusación. Fue él quien pagó de su bolsillo a Stormy Daniels los 130,000 dólares para mantenerla callada, a petición de Trump, según afirma.
En agosto de 2018 fue condenado a tres años de prisión tras declararse culpable de violar las leyes de financiación de campaña en relación con este pago. Se espera que Cohen detalle al jurado la supuesta implicación del expresidente, pero la defensa quiere impugnar su testimonio, ya que fue condenado por hacer declaraciones falsas ante el Congreso de Estados Unidos.
En enero de 2022, Alvin Bragg, autoproclamado un chico de Harlem, un barrio obrero y multicultural del norte de Manhattan y que fue víctima de los métodos de mano dura de la policía neoyorquina cuando era adolescente y luego se formó en Harvard, se convirtió en el primer fiscal afroamericano de la fiscalía local de Manhattan, donde se tramitan muchos casos delicados y financieros.
Elegido en la candidatura demócrata, heredó el dossier Trump. Al principio fue criticado por un supuesto deseo de enterrar el caso, antes de convertirse en el primer fiscal en acusar a un expresidente de Estados Unidos. De 50 años, también dirigió la acusación contra la Trump Organization por una trama de fraude fiscal, que se saldó con la primera condena penal del grupo a finales de 2022.
Con fama de amable pero firme, el juez de origen colombiano Juan Merchan, de 61 años, tendrá la tarea de dirigir el proceso y contener el temperamento a veces volcánico de Trump.
Nacido en Bogotá y emigrado a Estados Unidos a los 6 años, fue fiscal antes de ser nombrado juez de familia en el Bronx y luego magistrado de lo penal en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York.
En audiencias anteriores, advirtió a Trump de que no toleraría ninguna perturbación del proceso y le impuso la prohibición de atacar a los testigos y al personal del tribunal.
Por su parte, el bando de Trump le pidió que se recusara porque su hija trabaja para una consultora política que ha tenido a Joe Biden como uno de sus clientes, y porque hizo hizo una donación de 35 dólares a la campaña en 2020 del demócrata.
Al final, el jurado decidirá si Trump es culpable, pero será el juez quien fije la condena por los delitos de los que se le acusa y que contemplan penas de cárcel.
Los abogados de Trump, Susan Necheles y Todd Blanche, están especializados en delitos de cuello blanco. Necheles dirige su propio bufete y se formó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale, es conocida por ser especialmente dura en el contrainterrogatorio.
Mientras que Blanche pasó diez años en la Fiscalía Federal de Manhattan antes de convertirse en abogado. Dejó un prestigioso bufete neoyorquino para dedicarse a defender al expresidente.
