En un boicot sin precedentes en protesta por el ataque policial contra el afroestadounidense Jacob Blake, equipos de la NBA se negaron este miércoles a jugar forzando a la liga a suspender toda la jornada y poniendo en jaque la continuidad de los playoffs.
Esta acción fue replicada en otros deportes estadounidenses con la suspensión de partidos en las Grandes Ligas de béisbol y la liga de fútbol norteamericana (MLS), además de la retirada de la tenista japonesa Naomi Osaka de las semifinales del torneo de Cincinnati.
Indignados por el ataque a Blake, un nuevo episodio de brutalidad policial contra la población negra en Estados Unidos, los Milwaukee Bucks fueron los primeros en boicotear la jornada al no presentarse en la pista de Disney World para el quinto partido de su serie de primera ronda ante los Orlando Magic.
Esta negativa llevó, en una reacción en cadena, a que otros equipos que debían jugar este miércoles también se plantaran y la NBA anunciara el aplazamiento del resto de partidos: Houston Rockets contra Oklahoma City Thunder y Los Angeles Lakers contra Portland Trail Blazers.
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"El quinto partido de cada serie será reprogramado", se limitó a agregar la NBA, sin precisar si estas negativas a jugar tendrán alguna consecuencia para los equipos.
Los jugadores sostenían en la noche del miércoles una reunión en Disney World (Orlando) para determinar los próximos pasos a tomar.
Según medios, la opción de dar por terminada la temporada, o de no jugar el jueves por el momento, se está valorando en el encuentro por los jugadores, que quieren que los dueños se comprometan más a que las protestas en Disney World tengan mayor impacto social.
Por su parte, el comisionado Adam Silver convocó a una reunión de los dueños de las franquicias para la mañana del jueves, reportó ESPN.