Un juez federal de Arizona falló a favor de los migrantes que se han quejado desde hace tiempo sobre condiciones inhumanas e insalubres en algunas de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en el estado.
El fallo se produjo semanas después del final de un juicio de siete días en el que los abogados de los migrantes que interpusieron una demanda en 2015 argumentaron que la agencia retiene a los migrantes en condiciones inhumanas e insalubres, y en celdas hacinadas y extremadamente frías.
La orden vuelve permanente un interdicto preliminar emitido por el juez de distrito David C. Bury en 2016 que obliga al Sector Tucson a proporcionar colchones limpios y sábanas a los migrantes que son retenidos durante más de 12 horas y a que se les permita asearse.
Aunque la demanda precede al incremento en la llegada de migrantes del año pasado, también ilustra algunos de los desafíos que surgen cuando los migrantes son detenidos, en especial si son menores de edad.
Bury ha expresado abiertas críticas contra la agencia, diciendo que ha hecho poco por resolver los problemas, en especial los de hacinamiento y la incapacidad de los migrantes para dormir.