El Ejército israelí confirmó haber bombardeado Beirut en una operación dirigida contra el "comandante responsable del asesinato de niños en Majdal Shams", en referencia al ataque atribuido a Hezbolá el sábado en esa ciudad drusa de los Altos del Golán, en el que murieron 12 menores.
Una fuente de seguridad libanesa que pidió el anonimato confirmó a EFE que una explosión sacudió los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, un importante bastión de Hezbolá mientras que otra cercana al grupo chií apuntó que el objetivo fue un edificio residencial.
"No hay cambios en las directivas del comando central", indicó un comunicado castrense israelí sobre el ataque en Beirut, dirigido a un comandante de Hezbolá, cuya identidad no se ha revelado, que también es responsable de haber "matado a muchos civiles israelíes".
Israel prometió responder "con dureza" a este ataque provocado por el impacto de un cohete cargado con 50 kilos de explosivo -de fabricación iraní y que solo figura en el arsenal de Hezbolá, según Israel-.
El cohete impactó en un campo de futbol donde jugaban niños y adolescentes, matando a doce, todos entre 10 y 16 años. Otros 16 menores heridos en ese ataque siguen hospitalizados, siete de ellos en estado grave.
"La respuesta llegará pronto y será dura" advirtió ayer Netanyahu, en una visita a Majdal Shams, ciudad drusa en los Altos del Golán ocupados por Israel desde 1967, después de que el gabinete de seguridad le diera luz verde para decidir la forma y el momento de la represalia contra Hezbolá.
La Oficina del Primer Ministro difundió una foto de Netanyahu, reunido con la cúpula militar y su asesor de seguridad, Tzagi Hanegbi , en el que se le ve atendiendo una llamada de teléfono, pero sin aportar más información.
"Hezbolá cruzó una línea roja", escribió el sábado en X el ministro de Defensa, Yoav Gallant, minutos después del ataque.
El cruce de fuego entre las partes, incesante desde octubre, tampoco se ha detenido estos días a la espera de esa represalia anunciada por Israel desde el sábado.
Esta madrugada, Israel atacó diez objetivos de Hezbolá en varias regiones del Líbano, matando a otro combatiente del grupo; mientras que la milicia chií lanzó varias andanadas de cohetes hacia el norte, matando a un civil israelí.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, está mediando para que la respuesta sea contenida y no desemboque en una guerra abierta en la frontera entre Israel y Líbano que vive su mayor pico de tensión desde 2006, cuando el Ejército israelí y Hezboláya libraron una guerra.
La frontera entre Israel y Líbano vive un intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de más de 560 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá, que ha confirmado unas 355 bajas, algunas en Siria; además de un centenar de civiles.
En Israel han muerto 46 personas en el norte: 22 militares (5 en accidentes operativos) y 25 civiles, incluidos los 12 niños y adolescentes en el ataque de Majdal Shams y otro hoy mismo.
Israel asegura que desde el 8 de octubre, Hezbolá ha lanzado "en solidaridad con las milicias palestinas de Gaza", más de 6,400 cohetes a territorio israelí y 340 drones explosivos; mientras que el Ejército israelí ha respondido con intensos bombardeos a esos ataques.
Por su parte, Rusia condenó este martes el ataque isarelí contra Beirut, que tachó de "grave violación del derecho internacional".
"Eso (el ataque) es una grave violación del derecho internacional", dijo un representante de Exteriores ruso, citado por la agencia TASS.