El ejército israelí emprendió el martes operaciones terrestres en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, en su guerra contra Hamás, generando temores de un "escenario aún más infernal", según la ONU, para los civiles atrapados en un sector muy pequeño del territorio palestino.
"Estamos ahora en el corazón de Jabaliya, en el corazón de Shejaiya (en el norte de la Franja) y ahora también en el corazón de Jan Yunis", indicó el mayor General Yaron Finkelman, jefe del Comando Sur del ejército israelí, dando parte del "día más intenso desde el inicio de la operación terrestre" en Gaza.
Israel, que el 27 de octubre lanzó una ofensiva terrestre en el norte de la Franja, extendió sus operaciones a todo el territorio de casi 2,4 millones de habitantes, casi dos meses después del inicio de la guerra desencadenada el 7 de octubre por un sangriento ataque de Hamás en el sur de Israel.
Los bombardeos del sur se iniciaron el 1 de diciembre tras el fin de una tregua de siete días. Cientos de miles de civiles se habían refugiado en ese sector y viven hacinados en refugios improvisados, escuelas o tiendas de campaña.
Ahora están atrapados en un perímetro cada vez más reducido, intentando escapar de las bombas.
A pie, en motocicletas o con el equipaje en el techo de su automóvil, muchos civiles huyeron el martes de Jan Yunis hacia la vecina ciudad de Rafah, cerca de la frontera cerrada con Egipto, según imágenes de AFP.
Los bombardeos en la madrugada dejaron decenas de muertos en la Franja de Gaza, indicó el servicio de prensa del movimiento islamista Hamás, en el poder en Gaza desde 2007.
Uno de esos bombardeos mató a 25 personas en una escuela de Jan Yunis que albergaba a desplazados, indicó el Ministerio de Salud de Hamás.
"Al menos 60.000 personas adicionales se han visto obligadas a trasladarse a los ya superpoblados refugios", informó el lunes el director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Philippe Lazzarini.
Según Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, es "imposible" implementar zonas seguras como las que delimitó Israel.
"Un escenario aún más infernal está a punto de hacerse realidad", advirtió la coordinadora humanitaria de la ONU para los Territorios Palestinos, la canadiense Lynn Hastings.
Los bombardeos y los combates siguieron en el norte de la Franja, donde el ejército anunció haber "tomado el control de posiciones importantes" de Hamás.
El ejército israelí llevó a cabo operaciones "en el área de Jabaliya", el mayor campamento de refugiados palestinos de la Franja.
El brazo armado de Hamás anunció que había disparado una andanada de cohetes hacia Beersheva, una ciudad en el desierto del Negev, en el sur de Israel.
Según la oficina de prensa de Hamás, un total de 16.248 personas, el 70% de ellas mujeres y niños, murieron en Gaza desde el inicio de la guerra.
En Israel, el ataque de los comandos islamistas del 7 de octubre mató a 1.200 personas, la mayoría civiles, según las autoridades.
Israel prometió destruir el movimiento islamista, clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.
El ejército anunció el martes que 82 soldados habían muerto en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre.
La oficina de prensa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó que 138 rehenes secuestrados en Israel en el sangriento ataque siguen retenidos en Gaza, tras haber añadido a la lista una persona considerada hasta ahora como desaparecida.
La jefa de Medicina General en el Ministerio israelí de Salud afirmó que Hamás drogó a los rehenes con calmantes antes de liberarlos, para que parecieran "tranquilos" y "felices".
Una semana de tregua, del 24 de noviembre al 1 de diciembre, permitió la liberación de 105 rehenes, entre ellos 80 israelíes canjeados por 240 palestinos detenidos en las cárceles israelíes.
Según la ONU, 1,8 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados por la guerra y los ataques han destruido o dañado más de la mitad de las viviendas de ese territorio de 362 km2.
Las necesidades son inmensas en el enclave sometido a un asedio total por parte de Israel desde el 9 de octubre, lo que ha provocado una grave escasez de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
La ayuda humanitaria, con la excepción de los siete días de tregua, solo llega con cuentagotas desde Egipto y depende de la autorización de Israel.
La compañía palestina Paltel había informado el lunes que "todos los servicios de telecomunicaciones en la Franja de Gaza" fueron interrumpidos, pero este martes indicó que se estaban restableciendo "progresivamente".
La guerra en Gaza también ha reavivado la tensión en la frontera entre Israel y Líbano, donde hay tiroteos diarios entre el ejército israelí y el Hezbolá chiita libanés, aliado de Hamás.
Un soldado libanés murió y otros tres resultaron heridos el martes en un bombardeo israelí contra una posición militar en el sur de Líbano, indicó el ejército de este país.
En Cisjordania ocupada, donde la violencia repuntó desde que empezó la guerra entre Israel y Hamás, un palestino murió este martes en una operación del ejército israelí, según las autoridades palestinas y una oenegé.
Desde el 7 de octubre, al menos 255 palestinos fueron abatidos por el ejército o por colonos israelíes, según la Autoridad Palestina.
Estados Unidos anunció que impondrá sanciones restrictivas de visado a colonos judíos acusados de ataques contra palestinos, en un intento de atajar la violencia en los territorios que Israel ocupa en Cisjordania desde 1967.