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Una mexicana declarada culpable en Texas de asesinar a un bebé en 2003 al que estaba cuidando fue liberada de prisión bajo fianza el miércoles después que una jueza determinó que nueva evidencia muestra que no lo lastimó intencionalmente.
La jueza de distrito Karen Sage, del condado Travis, ordenó que Rosa Jiménez fuese puesta en libertad, citando “evidencia clara y convincente”. La Corte de Apelaciones Penales de Texas tomará la decisión final sobre si anula la sentencia de Jiménez o concede un nuevo juicio.
Jiménez ha cumplido 15 años en prisión por la muerte de Bryan Gutierrez, de 21 meses, quien falleció asfixiado con un fajo de toallas de papel mientras ella lo cuidaba.
Sage emitió su fallo después de los testimonios de tres pediatras especialistas en vías respiratorias que afirmaron que Jiménez no podría haber introducido por la fuerza el fajo por la garganta del menor, como argumentaron los fiscales en el juicio original a ella en 2005.
La fiscalía del condado Travis presentó una declaración jurada que afirma que uno de los expertos que testificó en el juicio original cambió de opinión tras revisar las nuevas declaraciones de los expertos en vías respiratorias.
“La justicia retrasada es justicia negada, y yo lamento profundamente esto”, dijo Sage en su fallo.
Durante una conferencia de prensa con el organismo activista Innocence Project tras su liberación, Jiménez agradeció a sus partidarios por respaldarla “todos estos años”.
“Muchas gracias, y simplemente voy a tratar de vivir mi vida con mis hijos”, manifestó.
El Innocence Project, que representa a Jiménez, indicó que la mujer sufre una enfermedad renal en etapa avanzada que la hace particularmente vulnerable al COVID-19, que ha asolado prisiones por todo Estados Unidos.
Jiménez había sido sentenciada a 99 años de prisión. Luego de su liberación el miércoles de la Unidad Mountain View en Gatesville, aproximadamente a 160 kilómetros (100 millas) al norte de Austin, fue detenida por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) porque no tenía autorización para estar en el país al momento de su arresto. Luego fue trasladada al consulado mexicano en San Antonio.