Los incendios que se declararon el fin de semana en California, dejando al menos tres muertos y decenas de miles de evacuados, seguían propagándose el martes, y los bomberos estiman que necesitarán semanas para controlar las llamas.
El llamado "Fuego de Cristal" que brotó el domingo en los condados de Napa y Sonoma, en el norte de California, triplicó su extensión en espacio de 24 horas para arrasar 17.000 hectáreas el martes por la mañana.
Este incendio, en el corazón de una de las zonas vinícolas más prestigiosas de Estados Unidos, no pudo ser contenido el martes a pesar de los 1.500 bomberos desplegados para combatirlo, dijo un portavoz de los bomberos de California.
"Esta mañana, 80 casas fueron destruidas en los dos condados", precisó.
Las llamas también destruyeron o dañaron varias bodegas del famoso Valle de Napa, situado a menos de 100 km de San Francisco, como Chateau Boswell Winery o el viñedo Newton Vineyard, ambos en Santa Helena.
Más de 35.000 habitantes de la zona recibieron orden de evacuar y otros miles se preparan para salir de inmediato.
El "Restaurant at Meadowood", calificado con tres estrellas por la guía Michelin, también fue devastado por el fuego, según imágenes difundidas por medios locales.
Decenas de miles de personas, incluida la población total de la pequeña ciudad vecina de Calistoga, están en alerta para evacuar.
"Parece que estalló una bomba. Los árboles se prenden como cerillas", dijo Joe Ortega, un habitante de Calistoga de 61 años, al diario San Francisco Chronicle.
"El fuego es todavía impredecible. Se está moviendo rápidamente y queremos que estén preparados", dijo el alguacil del condado de Sonoma, Mark Essick, en conferencia de prensa.
"Si reciben una orden de evacuación, por favor empaquen sus cosas, deben irse. Si están en una zona en estado de alerta, les pedimos que tengan listas sus maletas y equipo de emergencia", insistió el sheriff.
En plena noche del domingo, 4.500 habitantes de una zona residencial para ancianos en el condado de Sonoma tuvieron que ser transportados en autobuses municipales a un lugar seguro.
Para el jefe de bomberos de Santa Rosa, la ciudad más grande del condado de Sonoma cuyos alrededores están ahora amenazados por el "Fuego de Cristal", llevará semanas superar las llamas.
"Va a llevar tiempo y será doloroso", advirtió el jefe Tony Gossner.
En esta región aún está fresco el trauma de los devastadores incendios forestales de 2017, en los que 44 personas murieron y miles de edificios fueron reducidos a cenizas. Las evacuaciones se han vuelta una rutina casi estacional.
Más al norte, en una zona remota y escarpada del condado de Shasta, el domingo se declaró el llamado "Fuego Zogg". Hasta el martes por la mañana había cubierto más de 16.000 hectáreas y tampoco estaba contenido.
Aún se desconoce la causa de ambos incendios, alimentados por los fuertes y muy secos vientos que soplaron en la región el fin de semana, pero científicos señalan el papel del cambio climático, que agrava una sequía crónica y provoca condiciones climáticas extremas en el oeste estadounidense.
En California se han producido más de 8.100 incendios desde el comienzo de la temporada, que han devastado un total de 1,5 millones de hectáreas.