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El huracán Ian se fortalecía mientras se acercaba al extremo oeste de Cuba el lunes, siguiendo una trayectoria que lo llevará a impactar la costa oeste de Florida como un ciclón de categoría 4 para el miércoles.
Se pronostica que Ian azotará Cuba como huracán de categoría 3 y luego alcanzará fuerza de un ciclón de categoría 4 con vientos máximos de hasta 225 kilómetros por hora (140 millas por hora) sobre las aguas cálidas del Golfo de México para después impactar Florida.
En Cuba, las autoridades evacuaron a 50,000 personas en la provincia de Pinar del Río, enviaron personal médico y de emergencia, y tomaron medidas para proteger alimentos y otros cultivos en los almacenes, según medios estatales.
“Para Cuba se esperan vientos huracanados extremos, también peligrosas marejadas ciclónicas y fuertes lluvias”, dijo Daniel Brown, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés), el lunes a The Associated Press.
El NHC pronosticó que áreas de la costa oeste de Cuba podrían registrar marejadas ciclónicas de hasta 4,3 metros (14 pies) el lunes por la noche o la madrugada del martes.
En La Habana, los pescadores sacaban sus embarcaciones del agua a lo largo de su emblemático Malecón, mientras que los empleados municipales realizaban labores para destapar los drenajes en anticipación a las fuertes lluvias.
El lunes por la tarde, Ian avanzaba hacia el noroeste a 20 km/h (13 mph), aproximadamente a 310 kilómetros (195 millas) al sureste del extremo oeste de Cuba. Tenía vientos máximos sostenidos de unos 135 km/h (85 mph).
Mientras el vórtice del huracán pasaba al oeste de las Islas Caimán, el primer ministro Wayne Panton dijo que su gobierno y la oposición trabajaban juntos para mantener a la población lo más segura posible. No se reportaron daños de consideración el lunes, y los residentes salieron de nuevo a las calles una vez que pasaron los fuertes vientos.
Ian no pasará mucho tiempo sobre Cuba, pero se desacelerará sobre el Golfo de México, donde aumentará de tamaño y fuerza, "lo que tendrá el potencial de producir impactos considerables por el viento y las marejadas ciclónicas a lo largo de la costa oeste de Florida”, señaló el NHC.
Tampa y St. Petersburg parecían ser los objetivos más probables para su primer impacto directo de un huracán de categoría 3 o mayor desde 1921.
“Por favor, tomen en serio esta tormenta. Es algo serio. No es un ensayo”, señaló el lunes Timothy Dudley, director de manejo de emergencias del condado Hillsborough, durante una conferencia de prensa sobre los preparativos para la tormenta en Tampa.
Se pronostica una marejada de hasta 3 metros (10 pies) y hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de lluvia en toda la zona de Tampa Bay, con hasta 38 centímetros (15 pulgadas) en zonas aisladas. Es suficiente agua para inundar las comunidades costeras bajas.
Hasta 300,000 personas podrían ser evacuadas tan sólo de las zonas bajas del condado Hillsborough, dijo la administradora condal Bonnie Wise. El lunes por la tarde ya iniciaban algunas evacuaciones en las partes más vulnerables, y algunas escuelas y otros lugares instalaron albergues.
“Debemos hacer todo lo que podamos para proteger a nuestros residentes. El tiempo es fundamental”, declaró Wise.
En Tampa, los residentes se formaron durante horas para recoger costales de arena y dejaron los anaqueles de agua embotellada vacíos. El gobernador de Florida Ron DeSantis declaró una emergencia en todo el estado y advirtió que la tormenta podría impactar una gran franja de la entidad, interrumpiendo el servicio de electricidad y el suministro de gasolina.