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Estados Unidos registró más de 21,500 homicidios en 2020, un 30% más con respecto al año anterior, según estadísticas publicadas el lunes por la policía federal, FBI.
Este pico ya había sido reportado por varias grandes ciudades, pero se trata de las primeras cifras oficiales y consolidadas a partir de datos de cerca de 16,000 de las 18,000 agencias de las fuerzas del orden que existen en el país.
El aumento de los homicidios, particularmente marcado a partir de junio, no escapa a ninguna parte del territorio estadounidense, a pesar de que Luisiana, en el sur, se mantiene en la cima de los estados más mortíferos.
Este incremento es el más rápido desde que el FBI comenzó a recopilar datos en la década de 1960 y eleva los totales de homicidios a un nivel no visto en 25 años, pero aún por debajo del pico de la década de 1980.
Los expertos luchan por explicar este fenómeno, que algunos vinculan con la pandemia de covid-19 y sus efectos desestabilizadores, mientras que otros insisten en el impacto de grandes manifestaciones contra la violencia policial o en el aumento de las ventas de armas de fuego.
Según el informe del FBI, el 77% de los homicidios se cometieron con armas de fuego en 2020, frente al 74% en 2019.
La policía federal aún no ha publicado datos para 2021, pero las cifras preliminares suministradas por las principales ciudades del país no muestran una disminución.
A modo de comparación, hubo 6,5 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2020 en Estados Unidos, frente a 35 en México, 27 en Brasil, 8 en Rusia, 1 en Francia o en Alemania en 2018, según las últimas cifras del Banco Mundial.
