Un hombre de Rhode Island fue diagnosticado con una extraña afección grave en su cerebro luego de un accidente que sufrió durante un viaje a Costa Rica para celebrar su compromiso.
De acuerdo con los informes, los médicos encontraron moho negro tóxico en el cerebro de Tyson Bottenus, un viajero que se raspó el brazo al caer de su bicicleta hace cuatro años.
Luego del incidente, Tyson comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, una parálisis facial y otros síntomas debilitantes ocasionados por el hongo tropical Cladophialophora bantiana, el cual es extremadamente raro y que lo comenzó a atacar por la herida.
Al parecer el hombre recibió atención médica después del incidente, se le limpió la herida y fue esterilizada; sin embargo, no fue suficiente ya que el hongo lo comenzó a invadir de forma silenciosa.
Según Medical Mycology Case Reports, desde 1911 hasta la fecha sólo se han identificado 120 casos de la infección por hongos que no es literalmente moho, sino una condición en la que la melanina le da una coloración oscura a ciertas secciones del cerebro.
“No me he encontrado con nadie más que tenga esto. Creo que todos los demás que tuvieron este hongo están muertos desafortunadamente”, dijo Bottenus hace unos días en entrevista con el Daily Mail.
Fue hasta que se sometió a tres biopsias cerebrales que los médicos lo diagnosticaron con el hongo Cladophialophora bantiana, también conocido como moho negro.
Uno de los neurocirujanos que lo atiende descubrió el hongo en el cerebro casi un año después de que los efectos más graves aparecieran.
Con anterioridad había recurrido a otros especialistas que descartaron afecciones como cáncer cerebral, Lyme, VIH, tuberculosis y cisticercosis.
“Los médicos literalmente podían ver el hongo creciendo en mi cabeza. Fue genial darme cuenta de eso, pero no es genial que tenga hongos en la cabeza. ¿Cómo puedo sacar este hongo? Se supone que no debemos tenerlos en la cabeza”, agregó.
Los especialistas creen que el moho negro lo contrajo durante su visita a Centroamérica, aunque todavía se debaten si fue a través de la herida en el brazo o a causa de inhalar polvo y suciedad mientras paseaba en bicicleta.
Por ahora los especialistas tienen el desafío de encontrar el tratamiento ideal para deshacerse de la infección que, según las estimaciones, presenta un 65 por ciento de mortalidad en aquellos que lo contraen.
La infección suele crear abscesos cerebrales bastante raros, por lo que los médicos no tienen un plan para deshacerse de ella. Inicialmente pensaron en cortar los abscesos, pero se descartó la idea ya que la infección está cerca de muchas partes vitales del cerebro.
Posteriormente se le indicó un tratamiento con antimicóticos orales para atacar el moho y dexametasona para controlar la hinchazón que provoca y la acumulación de líquido que desencadenan los dolores de cabeza.
Hasta el momento, Tyson se ha sometido a 10 cirugías cerebrales, cinco punciones lumbares y dos tubos que conectan los ventrículos del cerebro con el abdomen y nada le ha quitado los intensos dolores.
De hecho, en 2020 sufrió un derrame cerebral que le impidió volver a caminar, hablar y hasta leer, también le dijeron que la presión dentro de su cráneo era 15 veces mayor de lo normal.
Recientemente se sometió a otro tratamiento para los dolores de cabeza, en tanto, continúa su vida de la forma más normal que puede, volvió a caminar, recuperó sus habilidades de habla y se ha dedicado a hacer deporte con su esposa y a estudiar en la universidad aunque todavía no tiene la cura definitiva.
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