Un hombre de Texas murió después de haber comido ostras contaminadas con una peligrosa bacteria.
De acuerdo con informes de las autoridades de salud de Texas, un hombre de 30 años contrajo la bacteria Vibrio vulnificus después de comer ostras crudas. Esta bacteria es común en aguas costeras cálidas.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) dicen que las infecciones por esta bacteria han aumentado en el año; al menos 12 personas han muerto en Estados Unidos en lo que va del 2023 por esta razón.
El doctor Philip Keiser, del Departamento de Salud del condado de Galveston, Texas, se encargó de informar el deceso del hombre, aún sin nombre revelado. “Estas infecciones, una vez que se afianzan, pueden propagarse extremadamente rápido, como un incendio”.
La víctima de la bacteria infecciosa tuvo un mayor riesgo de muerte debido a que era paciente hepático, bajo tratamiento de inmunosupresores, que provocó que enfermara gravemente por la infección.
Los CDC han emitido alertas con constancia acerca de la peligrosidad de esta bacteria, en especial por el riesgo de muerte en personas con sistema inmunitario debilitado o con una enfermedad subyacente, como la enfermedad del hígado.
Por lo regular, las personas contraen la infección cuando tienen una herida o lesión en la piel y ésta entra en contacto con pescados o mariscos crudos o poco cocidos; el agua contaminada también es capaz de promover la infección de lesiones.
Cuando una persona contrae la infección por la bacteria Vibrio vulnificus puede requerir cuidados intensivos, hasta sufrir amputaciones de sus extremidades; en promedio, al menos una de cada cinco personas muere por la infección dos días después de enfermar.
Tras la ingesta de alimentos contaminados, la bacteria no se descompone con el ácido del estómago y por el contrario avanza hacia el intestino delgado. Una vez aquí, la bacteria se multiplica y ataca el tejido circundante.
Entre sus síntomas principales destacan diarrea acuosa o líquida, con frecuencia acompañada de cólicos estomacales, náuseas, vómitos y fiebre.
En el caso de las infecciones en el torrente sanguíneo, la infección ocasiona fiebre, escalofríos, presión sanguínea extremadamente baja y ampollas en la piel.
Cuando la infección cae en la piel o lesiones abiertas, hay fiebre, enrojecimiento, dolor, hinchazón, sensación de calor, secreción en la herida y descoloración.