El brazo armado del movimiento islamista palestino Hamás disparó el domingo cohetes contra la ciudad israelí de Tel Aviv, en una escalada del conflicto que la diplomacia internacional intenta frenar con nuevos esfuerzos para alcanzar una tregua.
Las sirenas de alarma resonaron en la capital y en el centro de Israel por primera vez en meses.
Poco después, las brigadas Ezedin al Qasam, brazo armado de Hamás, afirmaron en Telegram que habían atacado Tel Aviv "con una importante andanada de cohetes en respuesta a las masacres sionistas contra civiles".
El ejército israelí indicó que se dispararon al menos ocho cohetes desde Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde sus tropas luchan contra combatientes islamistas, y que "algunos cohetes fueron interceptados".
Horas antes, los bombardeos y los disparos de artillería israelíes habían golpeado el norte y el centro del territorio palestino, así como Rafah.
La defensa civil gazatí afirmó que recuperó seis cuerpos tras un ataque aéreo contra una casa en el este de Rafah, donde Israel prosigue sus operaciones militares pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó el viernes suspenderlas en ese sector de Gaza.
El ejército israelí anunció el domingo la muerte de un soldado, lo que eleva a 288 el balance de sus bajas desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
El gobierno israelí se ve confrontado a una creciente presión internacional e interna para alcanzar un acuerdo con Hamás que incluya la liberación de los rehenes en manos del movimiento islamista.
Un alto funcionario afirmó que el gabinete de guerra israelí prevé reunirse el domingo por la noche para analizar los esfuerzos para liberar a los rehenes.
Otra fuente aseguró el sábado que el gobierno israelí tiene la "intención" de relanzar "esta semana" las negociaciones indirectas que se realizan con mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar.
La CIJ, máxima instancia judicial de la ONU, también exigió la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah, puerta de entrada de ayuda humanitaria que Israel cerró a principios de mes al iniciar sus operaciones en la ciudad.
Las negociaciones se estancaron a principios de mayo, poco después del inicio de las operaciones terrestres de Israel en Rafah.
Medios de comunicación israelíes indicaron que el jefe del Mosad -el servicio de inteligencia-, David Barnea, acordó durante reuniones en París con el director de la CIA, William Burns, y el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, un nuevo marco para las conversaciones.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó estar "comprometido en una diplomacia de emergencia" para conseguir un alto el fuego y la liberación de los rehenes.
Funcionarios cataríes tienen previsto reunirse con una delegación de Hamás en los próximos días, según la web de noticias estadounidense Axios.
España, Irlanda y Noruega reconocerán a Palestina como Estado a partir del próximo martes, tras haber anunciado su decisión el miércoles.
"El pueblo palestino [...] tiene derecho a tener un Estado, al igual que el pueblo de Israel tiene ese derecho", estimó el domingo en Bruselas el ministro español de Relaciones Exteriores, José Mannuel Albares.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, abogó por una Autoridad Nacional Palestina (ANP) "fuerte" para lograr la paz.
La ANP administra parcialmente Cisjordania ocupada, pero es el único interlocutor reconocido por la comunidad internacional, en tanto que Hamás, en el poder en Gaza, es una organización considerada como terrorista por Israel, Estados Unidos y la UE.
El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, afirmó en una entrevista que "nadie tiene licencia para cometer crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad", días después de haber pedido la emisión de una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyau, y contra dirigentes de Hamás por presuntos crímenes cometidos en la Franja de Gaza y en Israel.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas de Hamás mataron a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamás y lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, en la cual han muerto hasta el momento 35.984 palestinos, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por el movimiento islamista.
El ejército israelí inició el 7 de mayo operaciones terrestres en algunos sectores de Rafah, donde afirma que se encuentran los últimos bastiones de Hamás.
Unas 800.000 personas huyeron desde ese día de la ciudad, según la ONU, que advierte de la catastrófica situación humanitaria en toda la Franja de Gaza, con riesgo de hambruna y hospitales fuera de servicio debido al asedio de Israel.
"Sufrimos [...] hambre, sed y una falta cruel de ayuda", dijo a AFP Moaz Abu Taha, un palestino de 29 años en Rafah.
Egipto, que se negaba a reabrir el paso de Rafah mientras las tropas israelíes controlaran el lado palestino, anunció el domingo que permitió el tránsito de camiones de ayuda a través del paso israelí de Kerem Shalom.
El rey Abdalá II de Jordania exhortó a "duplicar" la ayuda humanitaria y a entregarla "sin objeciones ni retrasos".