Una corte de apelaciones de Estados Unidos confirmó el lunes que el gobierno de Donald Trump no podrá retomar las ejecuciones de los condenados a muerte, resolución opuesta a las intenciones de la administración federal.
El fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, había anunciado a fines de julio que se adoptaría un nuevo protocolo de inyecciones letales y que estaban programadas, a partir del 9 de diciembre, cinco ejecuciones en la prisión federal de Terre Haute, en Indiana.
Los debates sobre los métodos de ejecución y las controversias sobre las drogas utilizadas, además de las reticencias del anterior presidente, el demócrata Barack Obama, tienen en suspenso las ejecuciones de prisioneros federales desde 2003.
Barr a su vez apeló, pero una corte de Washington estimó el lunes, a una semana de la fecha límite, que el fiscal no había cumplido con los "criterios estrictos" del caso.