Luego de que el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue condenado este miércoles en un tribunal de Nueva York a más de 38 años de cárcel, el expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012) aseguró que nunca tuvo "evidencia verificable" que involucrara a García Luna con actividades ilícitas.
El exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón también tiene que pagar dos millones de dólares de multa por delitos de narcotráfico, colaboración con el crimen organizado (el Cartel de Sinaloa) y por falso testimonio ante las autoridades estadounidenses.
García Luna, de 56 años fue el máximo responsable de la seguridad pública en el sexenio del presidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012), época en la que lideró la estrategia de la conocida como ‘guerra contra las drogas’.
En una larga explicación que publicó en redes sociales, Calderón negó haber tenido acceso a las evidencias y testimonios mostrados durante el juicio contra García Luna y dijo: "soy partidario de que quien incumpla la ley, asuma las consecuencias".
"Nunca tuve evidencia verificable que lo involucrara con actividades ilícitas, ni tampoco recibí información en ese sentido de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que entonces confiaban en él e interactuaban con él", expuso Calderón en uno de sus mensajes.
"No he tenido acceso a las evidencias ni a los testimonios que se presentaron en el juicio, pero soy hombre de leyes y respeto la acción de los tribunales. Asumo que han actuado conforme a su leal saber y entender. Por lo mismo, soy partidario de que quien infrinja la ley debe asumir las consecuencias de sus actos", añadió
En su explicación, el expresidente de México defendió su decisión de enfrentar al crimen organizado durante su gestión, pues era la correcta.
"Enfrentar al crimen organizado como presidente de México fue una de las decisiones más difíciles de mi vida. Pero lo volvería a hacer, porque es lo correcto. El verdadero enemigo de nuestro país es el crimen organizado, que secuestra, extorsiona y mata ciudadanos, especialmente a nuestros jóvenes, apuntó.
Además aceptó que su política de seguridad "tuvo aciertos y errores. Enfrentamos a un enemigo poderoso que busca la captura del Estado, es decir, controlar territorios por la fuerza, apoderarse de instituciones, corromper funcionarios y dividir y atemorizar a la sociedad".
Aseguró que "a pesar de todo, en 2012, cuando dejé el Gobierno, el Estado avanzaba, y el crimen organizado retrocedía" y remarcó que la lucha por la seguridad de los mexicanos "no era responsabilidad de una sola persona sino de todo un equipo de Gobierno que combatió al crimen con toda la fuerza del Estado".
También tuvo palabras para el nuevo Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, que asumió el poder el pasado 1 de octubre.
"Tiene la oportunidad de actuar eficazmente en defensa de las familias mexicanas. Puede fortalecer lo que se haya hecho bien, y corregir lo que se tenga que corregir, tanto de mi Gobierno como de los que me sucedieron. Ojalá pueda convocar a una verdadera Política de Estado en materia de seguridad y justicia, más allá de la polarización política".
Este miércoles, Sheinbaum acusó a García Luna de “mucho cinismo” por criticar la reforma judicial y pedir clemencia al refirirse a la carta que envió a un juez estadounidense en la que pide clemencia para no ser condenado a cadena perpetua y crítica que México está sufriendo una “gran convulsión” por la reforma que "desmantela" al Poder Judicial.
Al otrora funcionario público mexicano, cuya defensa anunció que recurrirá la sentencia y solicitó que la cumpla cerca de Washington DC, se le condena a un total de 460 meses por los delitos cometidos (38 años y 3 meses de condena), y además un tramo suplementario de hasta seis años de libertad vigilada.