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En una gasolinera del norte de Argentina, los testigos todavía estaban en shock por la explosión del automóvil cuando un extraño polvo blanco empezó a caer sobre sus cabezas. Era imposible que fuera nieve durante un verano abrasador.
Se trataba de cocaína que la propietaria del vehículo, una agente de policía, llevaba escondida en el tanque de gas natural comprimido (GNC), un combustible más económico que la gasolina.
El ministerio de Seguridad informó el viernes que había 20 kilos del estupefaciente dentro del cilindro de GNC y que la conductora fue detenida en la misma gasolinera de la localidad de Orán, provincia de Salta, a unos 1,600 kilómetros al norte de Buenos Aires.
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“La mujer había solicitado una carga mínima del tubo de GNC, remarcando al playero que no se lo llenase”, indicó el parte oficial. “Luego de unos segundos, el cilindro explotó liberando desechos, envoltorios plásticos de diversos colores y una sustancia blanca que resultó ser cocaína”.
Un video captado por las cámaras de seguridad del lugar se viralizó en las últimas horas en redes sociales. En él se observa a la mujer, acompañada de tres menores, fuera del automóvil que tenía el capó levantado.
Un empleado de la gasolinera se acercó y le conectó la manguera del surtidor al vehículo. Al minuto, el auto implosionó y quedó destruido.
Uno de los hijos de la conductora fue hospitalizado por una lesión en un ojo.
Se sospecha que la droga procedía de Bolivia —Salta es limítrofe con ese país— y tenía como destino Buenos Aires, donde la mujer cumple tareas como policía.
La agencia estatal Télam informó el viernes que la mujer se negó a declarar.
