Una coalición de 18 fiscales estatales, identificados como del Partido Republicano, el mismo del presidente estadounidense, Donald Trump, pidieron este lunes al Congreso que investigue a China por presuntamente "ocultar" información sobre la "gravedad" del COVID-19 y almacenar al tiempo equipos de protección personal para hacer frente a la enfermedad.
En una carta dirigida a líderes del Congreso, entre ellos la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, los fiscales señalan que el Gobierno chino, ayudado por la Organización Mundial de la Salud, "parece haber engañado intencionadamente al mundo en los últimos meses".
"Informes recientes sugieren que el Gobierno comunista chino ocultó a propósito y con conocimiento información sobre la gravedad del virus, al tiempo que almacenaba equipos de protección personal", reza la misiva, respaldada por los fiscales generales de Carolina del Sur, Alabama, Alaska, Arkansas, Florida, Georgia, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Misuri, Montana, Nebraska, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia Occidental.
Los fiscales generales estatales respaldan además la tesis del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en el sentido de que hubo un esfuerzo por ocultar información.
Pompeo indicó recientemente durante una entrevista con la cadena de televisión ABC News que el Gobierno de Estados Unidos tiene una "enorme cantidad de pruebas" de que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, algo que Pekín niega.
"El Partido Comunista Chino sigue bloqueando el acceso (a sus laboratorios) al mundo occidental, a los mejores científicos del mundo, para averiguar qué ocurrió exactamente", subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense.
En ese contexto, los fiscales piden responsabilizar a China "por la devastación y destrucción causadas por el COVID-19", al argumentar que "decenas de miles han muerto por el virus y millones han perdido sus empleos".
Además, se quejan de que "innumerables empresas, tanto grandes como pequeñas, desaparecerán", mientras los estados deberán lidiar "con decisiones económicas difíciles en los próximos años”
El pasado 21 de abril, Misuri demandó al Gobierno de China, al Partido Comunista Chino y a funcionarios e instituciones de ese país por su actuación ante el coronavirus que, aseguró, "ha llevado a la pérdidas de vidas" en este estado.
En un comunicado publicado en su página web, el fiscal general de Misuri, Eric Schmitt, informó de esta acción judicial al considerar que la actuación de los demandados, que aduce que incluyó la ocultación de datos y la negación de la naturaleza contagiosa del coronavirus, no solo conllevó la pérdida de vidas, sino también graves consecuencias económicas.
Mientras Washington afirma que el virus se originó en un laboratorio chino, algunas autoridades de China han promovido la teoría de que soldados estadounidenses introdujeron la enfermedad durante su participación en los Juegos Mundiales Militares de Wuhan el pasado octubre, algo que EE.UU. rechaza.