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Las detenciones a migrantes con antecedentes de delitos graves ha ido disminuyendo paulatinamente en los últimos años, a pesar de aumentar el número de indocumentados apresados para su deportación, según revela un estudio difundido este viernes.
Un estudio del Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Siracusa (Nueva York), refleja que en marzo de 2015 se detuvo a 7.401 migrantes con antecedentes penales por delitos graves (47 % del total), mientras que en abril de 2019 esa cifra y porcentaje disminuyeron hasta las 6.048 personas y 34 %.
La investigación analizó a los migrantes detenidos por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante los últimos cuatro años y que habían sido condenados por la justicia, y sus resultados apuntan a una ausencia de criterio a la hora de intentar detener a los migrantes más peligrosos.
El ICE clasifica a los detenidos en tres niveles dependiendo del del tipo de condena que se impuso a estos migrantes, siendo el nivel 1 el más grave por delitos como asalto, robo, o tráfico de drogas.
El nivel 2 se reserva para aquellos que cometen delitos como hurto, reentrada ilegal en el país o aquellos relacionados con armas de fuego, y el tercero, el más leve, se le otorga a los migrantes convictos por conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas, entrar de forma ilegal al país o tener multas de tráfico.
El estudio detalla que abril pasado un 54 % de los detenidos había cometido infracciones menores de nivel 3, el 12 % estaba dentro del nivel 2 y el 34 % había sido condenado por delitos graves (nivel 1).
Mientras, en marzo de 2015, los porcentajes eran del 39 % para el nivel 3, el de los delitos menores, del 14 % para el segundo y un 47 % para el de crímenes más graves.
Si se comparan las cifras de abril pasado con las de septiembre de 2017, el primer mes bajo la Presidencia de Donald Trump que analiza TRAC, se puede ver el descenso en 8 puntos porcentuales de migrantes detenidos con delitos graves sobre el total de los arrestados, al pasar del 42 % al citado 34 %.
TRAC destacó que estos datos no incluyen detenidos sin antecedentes penales, que constituyen la mayoría de los detenidos.
Este informe se complementa con otro publicado por esta misma organización el martes pasado que advirtió de que el número de extranjeros sin antecedentes criminales detenidos por las autoridades de inmigración de Estados Unidos se ha triplicado en los últimos cuatro años.
En abril del 2019 había 32.000 migrantes detenidos que no tenían antecedentes criminales, tres veces más de los 9.999 extranjeros sin récord criminal que estaban detenidos en marzo del 2015.
