Los funcionarios de salud pública que trabajan para contener un brote de sarampión en el noroeste de Estados Unidos llamaron el lunes a los padres a vacunar a sus hijos, preocupados de que pueda tomar meses contener esta enfermedad viral sumamente contagiosa debido a que la tasa de vacunación está por debajo de lo normal en la región.
Autoridades de salud afirman que el brote es un ejemplo perfecto de por qué es importante vacunar contra el sarampión, que fue erradicado de Estados Unidos tras la llegada de la vacuna en 1963. Sin embargo la enfermedad resurgió en años recientes en diversos puntos del país, contagiando a cientos de personas.
El condado de Clark, Washington, tiene una tasa de vacunación del 78%, muy por debajo de los niveles necesarios para proteger a aquellas personas con sistemas inmunológicos debilitados o que no pueden recibir la vacuna ya sea por cuestiones médicas o por ser demasiado jóvenes.
La desinformación se propaga en redes sociales, señala el doctor Alan Melnick, director de salud pública del condado de Clark.
“Lo que me quita el sueño es que eventualmente muera un niño por esta situación que era completamente evitable”, comentó.
“Se sigue propagando el rumor, aunque ya fue desmentido, de que la vacuna contra el sarampión provoca autismo. Es un disparate”.
Antes de las vacunaciones masivas, entre 400 y 500 personas morían al año en Estados Unidos a causa del sarampión, 50.000 eran hospitalizadas y 4.000 desarrollaban una inflamación cerebral que podía provocar sordera, indicó Melnick. Entre uno y tres casos de cada 1.000 son fatales, indicó.
Las personas contagiadas en el actual brote pudieron haberse expuesto a la enfermedad en casi 50 locaciones distintas, incluyendo el Aeropuerto Internacional de Portland y un juego de los Trail Blazers de Portland, indicaron las autoridades.