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Miles de pedidos de hombres de traer a novias niñas o adolescentes a Estados Unidos fueron aprobados en el último decenio, de acuerdo con datos oficiales obtenidos por The Associated Press. En un caso, un hombre de 49 años solicitó el ingreso de una niña de 15.

Todo es legal: la ley de inmigración y nacionalización no impone una edad mínima. Y al estudiar cada petición para una cónyuge o novia, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS por sus siglas en inglés) solo tiene en cuenta si el matrimonio es legal en el país de origen y si sería legal en el estado donde reside el solicitante.

Pero los datos generan el interrogante de si el sistema inmigratorio hace posible el matrimonio forzado y si las leyes estadounidenses agravan el problema a pesar de los intentos de poner coto al casamiento forzado y de menores. El casamiento entre un menor y un adulto no es infrecuente en Estados Unidos, y la mayoría de los estados permiten el casamiento de menores, con algunas restricciones.

Hubo más de 5.000 peticiones de adultos para menores y casi 3.000 casos de menores que buscaban traer cónyuges o prometidos adultos, de acuerdo con datos de 2017 de la Comisión de Seguridad Nacional del Senado incluidos en el informe.

Algunas víctimas del matrimonio forzado dicen que la atracción de un pasaporte estadounidense combinada con la laxitud de las leyes de matrimonio en Estados Unidos fomentan esas peticiones.

“Mi pasaporte arruinó mi vida”, dijo la estadounidense-paquistaní Naila Amin, quien creció en Nueva York.

A los 13 años la obligaron a casarse en Pakistán y solicitar documentos para que su esposo de 26 viniera al país.

“La gente se mata por venir a Estados Unidos”, dijo. “Para él, yo era un pasaporte. Todos lo querían aquí y ésa era la manera de lograrlo”.

Amin, quien ahora tiene 29 años, dijo que la comprometieron con su primo Tariq cuando ella tenía ocho años y él 21. La petición fue anulada cuando ella escapó del hogar. Eso le costó su infancia, dijo. Vivió en numerosas familias de acogida y asilos, y le llevó años encarrilar su vida.

“Yo era una niña. Pregunto: ¿por qué no sonaron las alarmas? ¿Los encargados de procesar las solicitudes no las leen? ¿No piensan?”

El proceso para obtener la visa de inmigrante y la residencia tiene dos pasos. Primero, USCIS evalúa la solicitud. Si la aprueba, pasa al Departamento de Estado. Entre 2007 y 2017 se recibieron 3,5 millones de solicitudes.

En ese lapso, se aprobaron 5.556 solicitudes de quienes querían traer cónyuges o prometidos menores de edad y se aprobaron 2.926 solicitudes de menores que querían traer cónyuges adultos, según los datos. Además, se aprobaron 204 de menores para menores. Las solicitudes pueden ser presentadas por ciudadanos o residentes.

“Esto apunta a un problema. Apunta a una rendija que debemos cerrar”, dijo a la AP el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional del Senado, el republicano Ron Johnson.

En casi todos los casos, la persona menor en la relación era la niña. En 149 casos, el adulto era mayor de 40 años y en 28 casos era mayor de 50, según la comisión. Algunos ejemplos: en 2011, se aprobó la solicitud de una niña de 14 para su esposo jamaiquino de 48 años. La solicitud de un hombre de 71 años para su esposa guatemalteca de 17 fue aprobada en 2013.

No hay estadísticas nacionales sobre el matrimonio de menores, pero los datos de algunos estados indican que dista de ser excepcional. Las leyes estatales fijan los 18 años como la edad mínima para contraer matrimonio, pero en todas hay excepciones. La mayoría de los estados permiten que una persona de 16 o 17 años se case con el consentimiento de sus padres, y varios estados _como Nueva York, Virginia y Maryland_ lo permiten para menores de 16 años con la autorización de un tribunal.

Fraidy Reiss, quien realiza una campaña contra el matrimonio forzado como dirigente del grupo Unchained at Last (libre de cadenas por fin) estudió los datos de su estado de Nueva Jersey. Halló que casi 4.000 menores, en su mayoría niñas, se casaron en el estado entre 1995 y 2012. Entre ellos, 178 eran menores de 15 años.

“Éste es un problema nacional y de inmigración”, dijo.

Reiss, quien dice que su familia judía ortodoxa la obligó a casarse con un hombre abusador cuando tenía 19 años, dijo que en los casos de matrimonio infantil por vía del consentimiento de los padres suele intervenir la coerción, para obligar a la niña a casarse contra su voluntad.

“Están sujetas a toda una vida de servidumbre doméstica y violación”, dijo. “Y el gobierno es más que cómplice: le pone el sello de aprobación y le dice, adelante”.

Los datos fueron solicitados en 2017 por Johnson y la entonces senadora Claire McCaskill, la demócrata de mayor jerarquía en la comisión. Johnson dijo que les tomó un año obtener la información, prueba de que se necesita mejorar el sistema de rastreo y aprobación de las solicitudes.

“Es posible que nuestro sistema inmigratorio proteja involuntariamente el abuso de mujeres y menores”, dijeron los senadores en su carta.

USCIS no sabía cuántas solicitudes aprobó el Departamento de Estado, pero en general se rechaza apenas el 2,6% de las presentadas a favor de cónyuges o prometidos.

Por otra parte, los datos revelan que 4.749 cónyuges o prometidos menores de edad recibieron la residencia permanente en ese mismo decenio.

El titular de USCIS, L. Francis Cissna, dijo en una carta a la comisión que el pedido había provocado interrogantes y discusiones en la agencia acerca de qué se puede hacer para impedir los casamientos forzados de menores. Se descubrieron defectos en la recolección de datos y se los remedió. Además, se creó un sistema de alerta que obliga a verificar la fecha de nacimiento cuando se detecta a un menor.

El país de donde provinieron más pedidos fue México, seguido por Pakistán, Jordania, República Dominicana y Yemen. Los ciudadanos de países del Medio Oriente tuvieron el mayor porcentaje de aprobaciones.

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