Estudiantes de la Universidad de California en Berkeley, tuvieron la iniciativa de producir desinfectante para manos con el objetivo de enfrentar la escasez de productos de primera necesidad para combatir el coronavirus.
Los alumnos de posgrado transformaron el laboratorio de enseñanza de la universidad en una fábrica temporal para producir desinfectante de manos de forma gratuita para los ‘más necesitados’ del Área de la Bahía en San Francisco.
La iniciativa surgió de parte del estudiante graduado Abrar Abidi, luego de que se diera a conocer el contagio de Covid-19 entre varios miembros de la Cárcel del Condado de San Francisco.
Con el apoyo de un amplio equipo de químicos y con recursos suministrados por Berkeley, se produjeron 900 botellas en el primer día que, posteriormente, fueron empaquetadas y entregadas a los internos de dicho lugar, según reporta un comunicado de prensa de la institución.
Los estudiantes utilizaron el Li Ka Shing Biomedical Center de UC Berkeley y Health Sciences junto a suministros estándar de varios laboratorios de biología a los que tuvieron acceso: etanol, glicerol, alcohol isopropílico y peróxido de hidrógeno.
“Sabíamos que una vez que los alguaciles habían contraído la infección, cualquier día podría extenderse a los internos. Y ese sería el comienzo de una catástrofe absoluta y de pesadilla”, dijo Abidi.
“Buscamos todo nuestro suministro de desinfectante para llenar 900 botellas y, a la mañana siguiente, fuimos con un equipo de amigos y activistas a una de las cárceles del condado para donarlos. A partir de ahí, se distribuyeron a todos los reclusos de la cárcel del condado en SF”, añadió.
Junto a su grupo de voluntarios, Abrar decidió expandir sus donaciones, llevando galones de desinfectante gratuitos a refugios de personas sin hogar, centros para ancianos, hospicios, cárceles y centros de salud del Área de la Bahía.
“Hemos estado trabajando con, entre muchos otros, el Departamento de Personas Sin Hogar, en San Francisco, que nos dijo que no debería haber un límite en lo que les damos, que podríamos suministrarles cientos de galones de desinfectante, y todavía no sería suficiente. Esa es una realidad bastante aleccionadora”, afirmó la líder del proyecto.
“Queremos distribuir a las poblaciones donde el aislamiento, la cuarentena y el distanciamiento social no son una opción”, señaló Yvonne Hao, voluntaria y estudiante.
“Realmente creo que el distanciamiento social es un privilegio y un lujo que no todos tienen. Esas poblaciones vulnerables y desfavorecidas, así como los trabajadores de atención médica de primera línea que no tienen la capacidad de aislarse debido a las condiciones de sus trabajos, esas son las personas a las que estamos tratando de ayudar”, añadió.
El equipo de voluntarios dice que tienen planeado producir 120 galones de desinfectante de manos por semana hasta un “futuro indefinido”, con una inversión de miles de dólares en productos químicos que hasta el momento ha sido cubierta por los fondos del laboratorio.
Hao dice que su idea ha impulsado a otros laboratorios de UC Berkeley a producir sus mismos desinfectantes para apoyar la lucha contra el coronavirus y enviarlos a poblaciones y lugares donde más lo necesitan.
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