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Cuando dos de los hombres más poderosos del mundo se encuentran... ¿Qué se dicen sin hablar? Un experto británico analizó para la AFP el lenguaje corporal de Donald Trump y Vladimir Putin en su cumbre el lunes en Helsinki.
"No es como si uno de los dos tratara de dominar al otro y el otro fuera obsequioso... Estamos ante dos individuos que envían señales mezcladas", según él. "Ninguno de los dos se ve cómodo en presencia del otro", subraya el psicólogo.
Estos son algunos de los gestos analizados:
Trump hizo muestra de "seguridad bovina" al ingreasr al salón donde ambos enfrentaron las cámaras, dice Peter Collett. Pero Putin avanzó con más confianza en sí mismo. Trump llevó a Putin hacia su silla para tratar de "tomar el control de la situación".
Una elección inhabitual, subraya el psicólogo, pues Trump estaba sentado a la derecha de Putin y hubiera podido escoger un estrechón de manos más dominante, con la palma de la mano girada hacia abajo.
"Parece tomar la costumbre de no imponerse físicamente a Putin, por respeto a un hombre al que considera como su igual y quiere ablandar", considera el experto.
La posición de las manos juntas en forma de pirámide invertida es la marca de fábrica de Trump: adoptó una vez más durante su encuentro con Putin ese "gesto altamente dominador", según Peter Collett.
El ex Primer ministro británico Tony Blair lo utilizaba con frecuencia en sus encuentros con el presidente estadounidense George W Bush, agregó.
Collett revela que Trump alzó el mentón para hacer un gesto voluntario tras estrechar la mano de Putin. "El mentón tenso es interesante porque revela que la persona se siente vulnerable", analiza.
"Puede ser que Trump no pudo dominar la situación, o tal vez pensaba que no era lo pertinente. Se ve claramente que no estaba cómodo", agrega.
"Alzamos el mentón cuando sentimos instintivamente que vamos a ser atacados... es un signo de vulnerabilidad", añadió.
Putin también envió señales mezcladas.
Peter Collett subraya que adoptó "una postura asimétrica, muy distendida en la dominación".
"Pero ponía mucha atención visualmente a Trump, confiriéndole el estatuto que él piensa merece", añade, y subraya que el líder norcoreano Kim Jong Un estaba menos atento cuando ambos se entrevistaron.