China rechazó el martes el "boicot diplomático" de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en nombre de los derechos humanos y dijo que Washington "pagará el precio".
Estados Unidos enviará a sus atletas, pero no a representantes diplomáticos, a los Juegos Olímpicos de 2022 debido a las violaciones de los derechos humanos cometidas por China, especialmente en la región de mayoría musulmana de Xinjiang (noroeste), anunció el lunes la Casa Blanca, ignorando las advertencias chinas.
El portavoz diplomático de China, Zhao Lijian, acusó a Estados Unidos de violar el principio de neutralidad política en el deporte.
"El intento de Estados Unidos de interferir en los Juegos Olímpicos de Invierno debido a su prejuicio ideológico, basándose en mentiras y rumores, solo pone de manifiesto sus dañinas intenciones", dijo Zhao.
"Estados Unidos pagará el precio de sus malas pasadas", afirmó. "Estén atentos", respondió cuando se le preguntó sobre las represalias de China y volvió a calificar de "mentira del siglo" las acusaciones occidentales sobre la situación en Xinjiang.
En las calles de Pekín, algunos ciudadanos también mostraban su resentimiento ante esta decisión de Estados Unidos.
"¿No le parece que es una falta de respeto hacia los atletas?", dijo Han, un funcionario jubilado. "Los deportistas se entrenan desde hace años y Estados Unidos dice tranquilamente que sus diplomáticos no vendrán. Son cobardes", agrega.
El gobierno ruso también reaccionó a la decisión estadounidense y consideró que la cita deportiva "debería estar libre de política". Acusada desde 2015 de haber instaurado un sistema institucional de dopaje, Rusia está suspendida de las grandes competiciones internacionales hasta 2022 y su himno, bandera y nombre no figuran en estos eventos.
En Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, justificó el lunes la decisión del gobierno de Biden.
Al estar presente, "la representación diplomática estadounidense trataría estos Juegos como si nada hubiera pasado, a pesar de las flagrantes violaciones de los derechos humanos y las atrocidades de China en Xinjiang. Y simplemente no podemos hacer eso", sostuvo la portavoz.
"Los atletas del Team USA cuentan con todo nuestro apoyo. Estaremos 100% detrás de ellos mientras los animamos desde aquí", afirmó.
"Francamente, los chinos están aliviados de escuchar la noticia, porque cuantos menos funcionarios estadounidenses haya, menos virus habrá", tuiteó el periodico estatal chino Global Times.
Debido a las restricciones de China a la entrada de extranjeros por la lucha contra el covid-19, se espera que pocos líderes mundiales viajen a Pekín, excepto el presidente ruso Vladimir Putin, que aceptó una invitación de su homólogo chino Xi Jinping.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se congratuló de que la decisión "política" de Washington no afectara a la participación de los atletas estadounidenses.
"La presencia de funcionarios gubernamentales y diplomáticos es una decisión puramente política de cada gobierno, que el COI, en su neutralidad política, respeta plenamente", declaró a la AFP un portavoz del organismo olímpico.
Desde hace meses, el gobierno estadounidense busca la manera de tomar posición ante los Juegos de Invierno, un evento mundial organizado del 4 al 20 de febrero de 2022 por un país al que acusa de perpetrar un "genocidio" contra los musulmanes uigures de la región de Xinjiang.
Varias organizaciones de derechos humanos acusan a Pekín de haber internado al menos a un millón de musulmanes en Xinjiang en "campos de reeducación".
Las autoridades chinas denuncian sistemáticamente la "injerencia" de los occidentales, asegurando que son "centros de formación profesional" para apoyar el empleo y combatir el extremismo religioso.
El exjefe de la diplomacia estadounidense de la administración de Donald Trump, Mike Pompeo, llamó a un boicot total de los Juegos Olímpicos.
"Al Partido Comunista Chino le importa un comino un boicot diplomático, porque al fin y al cabo, siguen siendo los anfitriones de los atletas del mundo", afirmó en Twitter.
Este boicot se sumará además al malestar creado entre China y las autoridades deportivas por el caso de la tenista Peng Shuai.
Esta jugadora, que representó a su país en tres ocasiones en los Juegos Olímpicos, acusó en noviembre a un exdirigente chino de haberla obligado a tener relaciones sexuales hace tres años. Desde entonces, hay dudas sobre cómo y dónde se encuentra y si es libre de sus actos.
La WTA, a cargo del tenis femenino mundial, decidió la semana pasada retirar a China de su circuito.