La organización Oxfam América consideró que el panorama laboral en la mayor parte de Estados Unidos es “notablemente grave” y reclamó un aumento del salario mínimo y de las protecciones de los trabajadores en un informe publicado este jueves con motivo del Día del Trabajo en el país.
El reporte concluye que con base en distintos parámetros los cinco peores estados para trabajar en Estados Unidos son:
Todos estos estados son de tendencia republicana.
Según Oxfam América, el aumento del salario mínimo es la primera medida que se necesita para mejorar la situación de los trabajadores en Estados Unidos, que celebra su Día del Trabajo el primer lunes de septiembre y no el 1 de mayo, como en la mayoría de los países.
“Es una contradicción porque Estados Unidos es la nación más rica del mundo, pero muchos trabajadores a tiempo completo no pueden alimentar a sus familias”, señaló a Efe Kaitlyn Henderson, investigadora principal del Programa de Política Nacional de Estados Unidos de Oxfam América y autora del informe.
Los cinco peores estados en la clasificación mantienen el salario mínimo federal, que permanece en 7,25 dólares la hora desde 2009. “Con ese salario es imposible llegar a fin de mes”, resaltó la investigadora.
Treinta estados han logrado aumentar su salario mínimo por encima de la base federal, pero ninguno lo suficiente como para cubrir los costos básicos de vida de una familia, encontró el análisis.
Por ejemplo, en el Distrito de Columbia, que posee el salario mínimo más alto del país (16,10 dólares), el pago de un trabajador a tiempo completo únicamente cubre el 35,6 % del costo de vida de una familia de cuatro miembros.
Henderson apoya iniciativas como la Ley de Aumento de Salarios, que elevaría el salario mínimo federal a 15 dólares para 2025 y ha encontrado rechazo del ala republicana e incluso de algunos demócratas en el Congreso.
Mientras se aprueba la ley federal, Henderson señala que los estados que ya elevaron su salario mínimo aún tienen mucho por hacer, especialmente en lo relativo a realizar aumentos automáticos ajustados a la inflación al comienzo de cada año.
Oxfam América instó también a extender el salario mínimo a los trabajadores agrícolas, a quienes en muchos casos se les paga por debajo de ese umbral, y a modificar las leyes para aquellos que ganan por propinas.
Para Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), el informe muestra el “difícil” panorama que enfrentan los trabajadores, que se pudo ver en “la gran renuncia” del año pasado, como se conoció al fenómeno en que millones de personas abandonaron voluntariamente sus empleos.
“En la pandemia los trabajadores se dieron cuenta de las malas condiciones de trabajo en que vivían y no aguantaron, y eso ayudó a que el tema se visibilice”, señaló.
Pero el activista destacó que muchos de los llamados “trabajadores esenciales” no se pueden “dar el lujo de renunciar”. Esto incluye a las trabajadoras domésticas, los trabajadores agrícolas, los jornaleros y los indocumentados.
“Estos trabajadores vulnerables son los más afectados. Muchos de ellos no ganan ni el salario mínimo federal, pero son esas manos las que han respondido para ayudar en los mayores desafíos del país, como la pandemia y los huracanes. De ellos no nos podemos olvidar”, acotó.