Estados Unidos confirmó este viernes que enviará bombas de racimo a Ucrania pese a las críticas de Alemania y de organizaciones como Human Rights Watch (HWR), a las que preocupa el impacto de ese armamento sobre la población civil.
Las bombas de racimo se incluyen en un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania del que ofrecerá detalles posteriormente el Pentágono, explicó en una rueda de prensa el asesor de seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Sullivan dijo que Estados Unidos ha retrasado esta decisión todo lo que ha podido, pero explicó que las tropas ucranianas necesitan munición.
Este tipo de bombas, lanzadas por artillería o aviación, liberan un gran número de pequeñas cargas explosivas que barren una amplia zona y que son una amenaza para la población civil.
Las bombas que no explotan suponen además un peligro después de que finalice el conflicto.