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Estados Unidos autorizó la noche del jueves una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19 para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, mientras el país lucha contra la propagación de la variante delta.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó el uso de emergencia de una tercera inyección de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
"El país ha entrado en otra ola de la pandemia de covid-19 y la FDA es especialmente consciente de que las personas inmunodeprimidas corren un riesgo especial de padecer una enfermedad grave", dijo la comisaria en funciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos, Janet Woodcock, en un comunicado.
La FDA precisó que esta tercera dosis adicional era para los receptores de trasplantes de órganos sólidos o aquellos con sistemas inmunitarios debilitados.
Las autoridades sanitarias estadounidenses habían estado debatiendo sobre la posibilidad de exigir una tercera dosis, tras una medida similar adoptada por Israel.
Algunos medios de comunicación sugieren que un millón de estadounidenses han recibido la tercera dosis contra el coronavirus, sin autorización, en un intento de aumentar su protección contra el covid-19.
"Las personas que están completamente vacunadas están adecuadamente protegidas y no necesitan una dosis adicional de la vacuna covid-19 en este momento", dijo Woodcok.
Un comité asesor de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) votó a favor de la decisión el viernes, y la agencia publicó posteriormente su recomendación para la administración de una tercera dosis a profesionales de la salud.
Las personas que recibieron la vacuna de dosis única de Johnson & Johnson no fueron incluidas en la decisión del comité por falta de información disponible.
Estados Unidos rechazó a principios de mes una petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de detener las vacunas de refuerzo para ayudar a compensar la desigualdad en la distribución de dosis entre los países ricos y los pobres.
Más de 619,000 personas han muerto en Estados Unidos a causa del covid-19, y el número de contagios ha aumentado considerablemente en los últimos meses debido a la propagación de la variante delta.
El programa de vacunación del país se ha ralentizado, sobre todo en las regiones políticamente conservadoras del sur y el medio oeste, así como entre los más jóvenes, la población de ingresos más bajos y las minorías raciales.
Sin embargo, esta semana las autoridades se felicitaron por los recientes avances, puesto que medio millón de personas se están vacunando cada día y ha mejorado la aceptación de la vacuna entre los adolescentes y en puntos conflictivos del virus como Luisiana, Alabama y Misisipi.
Tras la decisión de la FDA, el director general de Moderna, Stephane Bancel, dijo que era "prometedor" que los estudios demostraran que una tercera dosis podía ayudar a las personas inmunodeprimidas.
Las vacunas contra el covid-19 son gratuitas y están ampliamente disponibles en Estados Unidos, aunque sólo la mitad de la población total está totalmente vacunada.
"En este momento, aparte de los inmunodeprimidos, no vamos a dar refuerzo a la gente", dijo el jueves a la NBC el principal asesor del covid-19 en Estados Unidos, Anthony Fauci.
"Pero les haremos un seguimiento muy cuidadoso, y si lo necesitan estaremos preparados para dárselo (...) inevitablemente habrá un momento en el que tendremos que dar refuerzos".
Las autoridades de salud quieren verificar si los niveles de protección de los grupos de población que se vacunaron primero en Estados Unidos menguaron con el tiempo.
Cualquier decisión, sin embargo, "tendrá que enfocarse en prevenir graves complicaciones, hospitalizaciones y muertes", dijo Sara Oliver, médica en los CDC.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció en julio que todos los funcionarios federales deben estar vacunados o bien presentar un test negativo, en momentos en que el país sufre un aumento de las hospitalizaciones.
El país registra una media de 100.000 contagios al día, un nivel que no se veía desde la ola de invierno, debido a la propagación de la variante delta.