Una persona murió este domingo en una iglesia católica en Estambul, en Turquía, durante un ataque armado que se produjo en plena ceremonia religiosa.
El ataque ocurrió alrededor de las 11H40 (08H40 GMT) en la iglesia Santa María del distrito Sariyer de Estambul y fue realizado por un grupo de hombres enmascarados, informó el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, en las redes sociales.
Los yihadistas del Estado Islámico reivindicaron el atentado a través de sus canales de Telegram.
Las autoridades turcas afirmaron inicialmente que todo apuntaba a que se trató de un ataque específico contra una persona, y no contra la Iglesia católica en general.
Según Ali Yerlikaya, una persona que asistía a la celebración, identificada con las iniciales C. T., murió.
La policía turca detuvo a los dos atacantes que huyeron del lugar tras el tiroteo, anunció Yerlikaya a última hora del domingo.
En el momento del ataque, había unas 40 personas en el templo, informaron las autoridades, que dieron a entender que podrían haberse ocasionado más víctimas.
"Después del segundo disparo, la pistola no funcionó, entonces [los atacantes] corrieron. En ese momento, todo el mundo se había echado al suelo. Había unas 35 o 40 personas dentro" de la iglesia, dijo a los periodistas el alcalde del distrito de Sariyer, Sukru Genc.
El gobernador de Estambul, Davut Gul, indicó a la prensa en el lugar del ataque que no se registraron heridos.
En unas imágenes retransmitidas por televisión y grabadas en el lugar del asalto, se ven policías y una ambulancia delante de la puerta de la iglesia, del siglo XIX.
Imágenes captadas por cámaras de seguridad antes del ataque muestran a un par de hombres con pasamontañas negros, uno de los cuales con gafas de sol, y las manos en los bolsillos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que se encontraba en la provincia de Eskisehir, en el centro del país, en un mitin de su partido, llamó por teléfono al párroco de la iglesia atacada y a otras autoridades locales y expresó sus condolencias.
El mandatario afirmó que se dieron "los pasos necesarios para atrapar a los autores" del ataque "lo antes posible", según su oficina.
Después de la oración del Ángelus, el papa Francisco manifestó su "cercanía con la comunidad" de la iglesia atacada.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, expresó sus "condolencias" y su "firme condena" del ataque, en una publicación en la red social X, en la que afirmó confiar en que "las autoridades turcas detendrán a los responsables".
El incidente tuvo lugar más de una semana después de que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se reuniera con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul, el 20 de enero.
Según Omer Celik, portavoz de la formación Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP), que gobierna en Turquía, los atacantes dispararon contra un ciudadano en plena misa.
"Nuestras fuerzas de seguridad están llevando a cabo una investigación a gran escala", declaró. "Quienes amenacen la paz y la seguridad de nuestros ciudadanos nunca lograrán sus objetivos", agregó.
"Nunca permitiremos que quienes apuntan contra nuestra unidad y nuestra paz ataquen las casas religiosas de nuestra ciudad", reaccionó por su parte el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.
De momento, se desconoce el móvil del ataque.
En diciembre, las fuerzas de seguridad turcas detuvieron a 32 individuos, sospechosos de pertenecer al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y de preparar atentados contra sinagogas, iglesias y la embajada de Irak.
Los arrestos se efectuaron en nueve ciudades, incluidas Estambul y Ankara, la capital.
En los últimos meses, Turquía reforzó las operaciones contra los miembros del EI, que reivindicó varios atentados en ese país, entre ellos el del 1 de enero de 2017 contra una discoteca de Estambul, que causó 39 muertos.