La escena electoral de Estados Unidos está ampliamente dominada por dos partidos: el Republicano y el Demócrata. Históricamente, hay estados donde predomina el apoyo a una de estas dos opciones.
Por ejemplo, los demócratas casi siempre ganan en California en elecciones presidenciales y los republicanos en Arkansas. Sin embargo, algunas entidades tienen una competencia mucho más reñida.
A los estados en los que el electorado está relativamente dividido por igual entre republicanos y demócratas se les llama swing states o estados bisagra. Son fundamentales para la elección porque pueden hacer la diferencia y definir al candidato con más votos electorales, se necesitan 270 para ganar.
La elección presidencial en Estados Unidos es indirecta, lo que significa que el ganador no se decide por el voto popular, sino por el Colegio Electoral, compuesto por 538 electores. Este sistema fue creado para dar a los estados pequeños un papel importante en la elección. Los ciudadanos votan por electores, quienes luego votan por los candidatos en una segunda etapa.
El Colegio Electoral está formado por 538 electores, equivalentes al número de miembros del Congreso (435 representantes, 100 senadores y 3 delegados de Washington, D.C.). Los estados eligen a sus electores, que pueden ser funcionarios, activistas o ciudadanos relacionados con los partidos. Los estados grandes como California y Texas tienen más electores, por lo que son clave en las elecciones.
La mayoría de los estados otorgan todos sus votos electorales al candidato que gana la mayoría de los votos populares en ese estado. El candidato que obtiene al menos 270 votos electorales gana la presidencia, aunque esto no siempre coincide con el voto popular.
En las elecciones recientes de 2016, los estados indecisos más importantes fueron Florida, Ohio y Pensilvania. Juntos le dieron a Donald Trump 67 votos electorales de los 270 necesarios para ganar. Fácilmente rebasó a Hillary Clinton en el sistema del Colegio Electoral, aunque ella tuvo más votos populares.
Las elecciones presidenciales del año 2000 también fueron definidas por un swing state. Aunque Al Gore superó al republicano George W. Bush con casi 450,000 votos populares, sólo sumó 266 votos electorales. George W. Bush llegó a la Casa Blanca con 271 votos electorales, gracias a que ganó Florida, estado que en ese entonces daba 25 votos.
Ante un escenario tan incierto, muchos votantes aún no tienen definida su elección y otros creen que pueden cambiarla en los siguientes meses.
Mientras tanto, enlistamos los estados que se perfilan como “bisagra” para este 2024 y los votos electorales que otorgan:
Aunque Florida suele ser republicano, algunos piden no descartarlo como bisagra.
El Economista: 49% Kamala Harris. 48%: Donald Trump.
Morning Consult: 50% Kamala Harris. 47%: Donald Trump.
ABC: 51% Kamala Harris. 47%: Donald Trump.
New York Times: 48% Kamala Harris. 48%: Donald Trump.
Ante este escenario, ganar los estados bisagra es muy importante.
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