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La capital estadounidense volvió a cubrir sus fachadas con tablones de madera a la espera de una jornada electoral inédita por la crispación que la rodea.
Primero fue hace un par de meses por las protestas raciales y esta vez en prevención de movilizaciones convocadas para el próximo martes, cuando los estadounidenses elegirán a su próximo presidente, aunque en la práctica el proceso ya se ha iniciado con la votación anticipada y por correo.
Las zonas adyacentes a la Casa Blanca, en pleno corazón de Washington, parecían este viernes en construcción entre tablas, andamios y obreros trabajando.
El zumbido de sierras y taladros, así como el golpeo de martillos quebraban la tranquilidad de una ciudad aún ralentizada por la pandemia y que exhibe los vestigios de las manifestaciones contra la brutalidad policial y el racismo que estallaron en julio y se extendieron durante varias semanas.
PRIMERA VEZ
“Esta es la primera vez que pasa esto por las elecciones”, dijo a Efe Raimundo, un inmigrante que desde hace 23 años reside en este país y quien hacía parte de una cuadrilla de trabajadores encargados de instalar láminas sobre puertas y ventanas de restaurantes, hoteles y distintos comercios en el centro de Washington.
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Sus compañeros se apuraban a completar el trabajo, ya que, aseguró, les esperan instalaciones durante todo el fin de semana y quizás el lunes.
Sin querer revelar muchos detalles sobre él, Raimundo admitió que este trabajo repentino le ha va venido bien a su bolsillo golpeado por la pandemia.
Durante las movilizaciones contra el racismo, varios locales fueron atacados, aunque los manifestantes posteriormente se concentraron en derribar o pintar imágenes que vinculaban con la esclavitud en Estados Unidos.
Medios locales han indicado que el Servicio de Parques Nacionales ha autorizado una serie de concentraciones y movilizaciones en Washington a partir del domingo, varias de las cuales tendrán lugar en las cercanías de la residencia presidencial.
ELECCIONES 2020. LA CASA BLANCA ENTRE REJAS
Justo frente a la Casa Blanca, Valery mostraba este viernes un pequeño cartel con la frase "Trump es culpable", pues, dijo a Efe, hay ciudadanos estadounidenses que han muerto "innecesariamente" bajo el liderazgo del presidente Donald Trump debido a la pandemia.
Ella era una de las pocas personas en los alrededores de la casa presidencial, que desde julio pasado permanece resguardada por rejas, aunque ya es posible observarla unos metros más cerca desde el parque Lafayette Square.
La valla conserva mensajes contra la brutalidad policial y exigiendo respeto por la vida de los afroamericanos, aunque son escasos los que incluyen llamados a votar.
También entre vallas, aunque más pequeñas, permanece la fachada del hotel del presidente Trump, decorado con banderas de Estados Unidos. Salvo un par de patrullas estacionadas cerca, esta lujosa instalación parecía alejada de la tensión que se respira en el centro capitalino.
ELECCIONES 2020. AUTORIDADES EN ALERTA
Las elecciones en Estados Unidos tendrán como telón de fondo un país polarizado por el tema racial, las desigualdades que desveló la pandemia y las dos visiones políticas enfrentadas.
De allí que las autoridades de otros lugares han advertido que redoblarán las medidas de seguridad para prevenir desmanes el día de las elecciones.
El director de Seguridad Pública de Denver, Murphy Robinson, confirmó a medios locales que están trabajando para que ese día no se registren actos violentos.
La Policía en la capital del estado de Colorado, con más de 600.000 habitantes, aprobó casi 300 permisos de armas de fuego en octubre, el doble de la media de septiembre, revelaron medios locales.
"Queremos asegurarnos de que la seguridad pública no se convierta en la noticia; la noticia es la elección", afirmó Robinson, al admitir que la jornada puede verse afectada por un resultado cerrado, la tensión por la covid-19 y su impacto económico.
En otras ciudades, como Nueva York, en donde los ataques contra comercios durante las protestas de hace meses afectaron a reconocidas firmas en Manhattan, y Chicago, la Policía han diseñado planes en caso de que las protestas se tornen violentas.
Y hasta la zona de Rodeo Drive, en la glamurosa Beverly Hills, se cerrará al tráfico de automóviles y peatones el día de las elecciones y el siguiente como parte del "enfoque proactivo" diseñado por el jefe de la Policía local, Dominick Rivetti, ante posibles manifestaciones.
