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El Titanic sí se hundió en 1912 y no fue sustituido por otro barco para el cobro fraudulento de un seguro ni objeto de un sabotaje para matar a empresarios contrarios a la creación de la Reserva Federal estadounidense, la Fed, como sostiene una teoría sin base histórica reactivada por el colectivo QAnon.

EFE Verifica ha recibido una consulta en su canal de WhatsApp sobre un vídeo difundido en redes sociales que afirma que el Titanic fue sustituido por otro buque, el Olympic, para que su hundimiento intencionado permitiera el cobro de un millonario seguro, al tiempo que el siniestro habría permitido al banquero J.P. Morgan eliminar a magnates opuestos a la fundación de la Fed.

Aunque este vídeo se ha viralizado recientemente en España, su contenido se basa en la mezcla de antiguas teorías que en los últimos meses han sido reactivadas por el colectivo negacionista estadounidense QAnon, cuya influencia ha llevado a su réplica en otros países.

Así, publicaciones con variaciones sobre estas conjeturas han sido compartidas cientos de veces en los últimos meses en redes sociales de Argentina, Colombia o Brasil.

HECHOS: El transatlántico británico Titanic se hundió la noche del 14 de abril de 1912 durante su viaje inaugural, sin que haya ninguna prueba de que el siniestro fuera resultado de una estafa a la compañía aseguradora ni complot, como han puesto de manifiesto historiadores y verificadores internacionales.

El vídeo difundido en España en el que se explica la teoría de que el Titanic no se hundió en 1912 dura seis minutos y cuenta con el empresario catalán Miguel Celades Rex como presentador.

El argumento expuesto por Celades Rex es que el Titanic fue sustituido por otro buque, el Olympic, que presentaba importantes daños que no estaban cubiertos por ningún seguro.

De acuerdo con esta explicación, el montaje incluiría un complot para acabar con la vida de importantes empresarios -Benjamin Guggenheim, Isidor Straus y Jacob Astor- que se oponían a la creación de la Fed, en contra de la voluntad de J.P. Morgan, quien defendía la necesidad de fundar esta institución.

Ambas teorías llevan años circulando por internet, resurgieron con fuerza con motivo del centenario del hundimiento del trasatlántico, en 2012, y vuelven a tener una nueva vida gracias al colectivo negacionista QAnon.

UN FRAUDE SIN SENTIDO PRÁCTICO, UNA SUPOSICIÓN "RIDÍCULA"

La hipótesis de que la naviera White Star Line, propiedad de una empresa mayor controlada por J.P. Morgan, sustituyó el Titanic por un buque similar dañado meses antes en un accidente, el Olympic, para estafar a la compañía aseguradora fue expuesta en varios libros publicados desde los años 90 por el historiador aficionado Robin Gardiner.

Sus afirmaciones han sido refutadas por diversos investigadores, quienes explican que las diferencias en la construcción y el diseño de los dos barcos eran lo suficientemente grandes como para imposibilitar el cambio en poco tiempo.

Además, la suplantación no tenía ningún sentido práctico, pues había formas más fáciles y baratas de fingir un accidente que sustituir un buque por otro y hacerlo cruzar el Atlántico lleno de pasajeros y tripulación para que chocara contra un iceberg y así cobrar un seguro que no habría bastado para hacer frente a los daños reales sufridos por el Olympic.

El historiador norirlandés Gareth Russell ha llegado a calificar la teoría de "dolorosamente ridícula", en su libro "The Ship of Dreams: The Sinking of the Titanic and the End of the Edwardian Era".

HECHOS HISTÓRICOS QUE DESMIENTEN LA TEORÍA DEL COMPLOT DEL TITANIC

En lo que se refiere a la conspiración para facilitar la creación de la Fed, hay hechos históricos documentados que desmienten esta teoría.

Quienes defienden dicha especulación señalan que J.P. Morgan evitó viajar en el Titanic como tenía planeado y que así pudo matar a Guggenheim, Straus y Astor, que se oponían al nacimiento de la Reserva Federal.

Sin embargo, Morgan tuvo que anular su viaje por un contratiempo en el envío de su colección de arte a Nueva York, según recogen la biografía del banquero firmada por Jean Strouse y un libro de Brad Matsen sobre el hundimiento, ambos citados en una verificación del diario The Washington Post.

Otro hecho que resta verosimilitud a la teoría del complot citado en ese artículo es que Guggenheim no reservó su viaje hasta después de la cancelación de Morgan.

Tampoco hay constancia del rechazo de Guggenheim y Astor a la fundación de la Fed, mientras que Straus incluso se había pronunciado a favor.

A todo ello hay que añadir que el presentador del vídeo difundido en España, Manuel Celades Rex, se define como el fundador de los Congresos de Ciencia y Espíritu, cuya web difunde contenidos esotéricos y da cabida a conocidos desinformadores, como Natalia Prego, de Médicos por la Verdad, agrupación que rechaza las evidencias científicas existentes sobre la covid-19.

En conclusión, las teorías que explican que el hundimiento del Titanic fue un engaño para cobrar fraudulentamente el seguro y eliminar a los empresarios contrarios a la fundación de la Fed son desmentidas por hechos históricos documentados.

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