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Medidas como el muro que el presidente de EU, Donald Trump, quiere construir en la frontera con México "no sirven para nada", dijo el sociólogo Alejandro Portes, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, para quien no se puede expulsar a los inmigrantes de "forma sumaria".
Este sociólogo y demógrafo estadounidense de origen cubano explicó en una entrevista telefónica con Efe que la idea del muro "es algo risible".
"A los millones de trabajadores que llegan con visas legales no los para el muro. Y los que vienen de América Central no escapan de la Patrulla (Fronteriza), sino que se entregan y piden asilo", reflexionó.
Portes destacó que EU "es un país de leyes y a estos migrantes no se les puede expulsar de forma sumaria. Los entrevistan, les toman foto y huellas digitales, les ponen un grillete y quedan a la espera de una audiencia de migración".
Este experto, con una extensa carrera académica y numerosos estudios publicados, señaló que la situación migratoria ha llevado a diferentes respuestas en naciones distintas: Así, por ejemplo, Alemania es un país abierto con una economía fuerte, mientras que Hungría se ha cerrado a la inmigración.
"Para muchos países el problema mayor es la migración descontrolada -indicó Portes-. En Europa, es la migración que llega de África y el Oriente Medio; en Estados Unidos es la que proviene ya no de México, sino de América Central".
Mencionó el caso de España, cuyo Gobierno mantiene una política migratoria "más tolerante, sigue aceptando a quienes llegan".
"Es una política única en la Unión Europea, pero no creo que pueda durar indefinidamente", subrayó.
El sociólogo detalló que las migraciones masivas son parte de la globalización, pero a veces superan las necesidades de mano de obra de las economías que las reciben.
"En el pasado, cuando los empleadores en los países más avanzados necesitaban mano de obra, tenían que ir a reclutar trabajadores ofreciéndoles incentivos para que vinieran", recordó Portes, quien agregó que "desde la Segunda Guerra Mundial la integración es tal que no hay que ir a reclutar trabajadores. La gente viene por motu propio, por salarios y una vida mejor".
En ese sentido, Portes explicó el papel que juega el concepto de "privación relativa" acentuado por las compañías "que exportan y publicitan productos y estilos de vida más deseables en los rincones más apartados del mundo".
"Las poblaciones en el Tercer Mundo se ven privadas de lo que ven en el estilo de vida en los países avanzados y se sienten incentivadas para escapar de su condición en la búsqueda de una vida mejor", precisó.
Mientras, en los países con economías avanzadas persiste la demanda continua de mano de obra, tanto en los niveles que requieren menos cualificaciones, como la agricultura y la construcción, como en el mercado laboral para ingenieros y programadores.
"En 2017, Estados Unidos aceptó dos millones de inmigrantes legales, pero ahora hay más migrantes que quieren venir aunque no hayan sido contratados", apuntó.
El trabajo de Portes durante décadas ha comprendido las áreas de estratificación social y logro de estatus en América Latina, las comunidades inmigrantes y el diseño de instituciones gubernamentales.
Portes inició sus estudios en la Universidad de La Habana y desde que salió de Cuba en 1960, estudió en Buenos Aires, se graduó de la Universidad Creighton en 1965 y obtuvo su doctorado en la Universidad de Wisconsin en 1970.
Su labor docente le ha llevado a las universidades de Illinois, Texas, Duke, John Hopkins, y ha sido profesor visitante en Brasilia, Quito, Oxford, Utretch y Florida.