Entre las decenas de imágenes icónicas que deparan las ceremonias de inauguración de los Juegos Olímpicos, la reina Isabel II, fallecida este jueves, protagonizó un episodio inolvidable en la edición de Londres 2012, al prestarse a simular que se lanzaba en paracaídas al estadio desde un helicóptero, acompañada de James Bond.
Aquel 27 de agosto de 2012, cuando la ceremonia de inauguración de los Juegos de Londres estaba en plena fiesta, las pantallas del Estadio Olímpico proyectaron en falso directo una película en la que se veía a la reina en el Palacio de Buckingham, rodeada de sus perros.
Aparece entonces en escena el actor Daniel Craig, el James Bond de entonces, que la invita a acompañarle. Ambos se montan en un helicóptero que sobrevuela Londres camino del anillo olímpico.
Al llegar a la altura del estadio, y mientras un helicóptero de verdad aparece en el cielo, la película simula que Isabel II y el agente 007 se tiran en paracaídas. Dos personas caen, efectivamente, desde la nave. Segundos después la soberana aparece en el palco en carne y hueso y vestida exactamente igual que en la grabación.
Fue, dijo la reina "la primera interpretación" de su vida, que en aquel momento llegaba a los 86 años.
La organización aclaró, por si acaso, que fueron en realidad dos extras los que se lanzaron en paracaídas sobre el Estadio de Stratford, y no la anciana soberana ni el actor británico.
Fue uno de los momentos más sorprendentes de la espectacular ceremonia dirigida por el cineasta Danny Boyle, en la que Isabel II declaró oficialmente inaugurados los Juegos. EFE.