Tras los disturbios registrados este fin de semana en Washington DC, por la muerte de George Floyd y el racismo imperante en el país, el New York Times anunció que el presidente Donald Trump fue puesto bajo resguardo en uno de los varios refugios que tiene a su disposición.
El Servicio Secreto, encargado de la protección del presidente, trasladó a Trump y a su familia a un búnker de alta seguridad, ubicado en las entrañas de la Casa Blanca y diseñado para soportar ataques de carácter terrorista.
De acuerdo con datos de la BBC, el búnker que ocupó Trump se trata de una área fortificada, construida bajo la residencia oficial en la década de 1950.
Su estructura y tecnología a favor de la supervivencia humana en su interior, lo lleva a soportar ataques como los suscitados durante el fin de semana e incluso las consecuencias de una guerra nuclear en las zonas aledañas a su ubicación, pero no a un ataque directo debido a la explosión y calor generado por ésta.
El albergue está diseñado para resguardar a los presidentes de Estados Unidos, a sus familias y a personas de alta jerarquía en cuestiones políticas y económicas del país.
Más allá de la Casa Blanca, existen más lugares disponibles para Trump, algunos de ellos proporcionados por el gobierno estadounidense para su protección como presidente y otros más exclusivos para su protección como empresario y multimillonario.
En 1985, Donald Trump compró una lujosa propiedad que incluía varias áreas de resguardo subterráneas, cerca de la zona de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.
Los búnkeres fueron construidos en la década de los 50, cuando la zona estaba vulnerable a la Guerra de Corea y su potencial escalada.
Se ubican bajo el edificio principal de Mar-a-Lago, entre “instalaciones sólidas de arrecife de coral con acero y hormigón”, describe el Departamento del Interior de Estados Unidos sobre edificios históricos.
En su interior alberga camas plegables unidas a las paredes y un baño en medio de la habitación.
Mientras que se construía el área de resguardo de Mar-a-Lago a inicios de los 50, a 30 kilómetros de Washington, en Mount Weather, funcionarios estadounidenses trabajaban en un búnker para el presidente Harry S. Truman.
Se trató de un edificio secreto, con un complejo gubernamental, capaz de resguardar al presidente, su familia, asesores y otros altos mandos políticos, excepto para los miembros del Congreso, el gobierno se encargó de construir un refugio especial para ellos en White Sulphur Springs, Virginia Occidental.
El área, con el nombre clave de Proyecto Isla Griega, sirvió con búnker hasta 1992, cuando se dio a conocer su ubicación precisa, hoy en día es una atracción turística.
En 1961 se construyó un complejo especial de resguardo para el presidente John F. Kennedy en la isla Peanut de Florida, cerca de la zona de seguridad de Mar-a-Lago y a poca distancia de una de sus residencias privadas.
Kennedy visitó el lugar dos veces como parte de ensayos de ataque.
Estos no son los únicos albergues, a lo largo y ancho del país fueron construidos espacios de alta seguridad para que los estadounidenses civiles y empleados gubernamentales pudieran protegerse de ataques, principalmente durante la Guerra Fría.
Algunos de ellos fueron construidos con apoyo del gobierno, mientras que otros tantos por los mismos particulares.
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