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Dos tercios de los estadounidenses (66 %) aseguran que el riesgo de contagiarse de COVID-19 es una fuente "significativa" de estrés en sus vidas, lo que supone un aumento de cinco puntos porcentuales respecto al mes de junio, según detalló un estudio de la Asociación Americana de Psicología (APA).
Pese a que estos niveles de estrés se han mostrado estables entre los estadounidenses durante los últimos tres meses, la asociación sí detectó un aumento "importante" de los sentimientos negativos entre la población por culpa de la pandemia del coronavirus.
Ahora el 40 % de los estadounidenses se muestra más frustrado, el 24 % más asustado y el 18 % más enojado de los que estaban hace tres meses, según los resultados de esta encuesta que contó con una muestra de más de 3.000 personas.
"A medida que el estrés constante sufrido desde el comienzo de la pandemia ha evolucionado hacia emociones negativas más intensas, recordamos que la salud mental de nuestra nación continúa sufriendo graves consecuencias como resultado del trauma de estos tiempos", indicó en un comunicado el director ejecutivo de APA, Arthur Evans.
Mientras que los niveles de estrés parecen acompañar a las zonas en las que se ha producido un mayor número de contagios del coronavirus, Evans advierte de que la recuperación "tomará tiempo" y que debe acompañarse de un mejor acceso de atención médica para los problemas psicológicos.
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El estudio, que también tuvo en cuenta la afiliación política de cada participante, reflejó que existe un consenso entre los republicanos (65 %) y demócratas (88 %) sobre la necesidad de poner en práctica medidas preventivas como el uso de la mascarilla o el distanciamiento social, y que el hecho de que otros no las cumplan es un motivo de estrés.
Es más, el 75 % de los republicanos y el 86 % de los demócratas reconoce que mucha gente está actuando como si la pandemia hubiera terminado, a pesar de que el número de casos continúa aumentando.
Estados Unidos alcanzó este lunes la cifra de 4.286.663 casos confirmados de COVID-19 y la de 147.588 fallecidos por la enfermedad, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Ese día hubo 57.039 contagios más que el domingo y 679 muertes más.
El número de fallecidos -147.588- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El nivel de incertidumbre respecto al futuro en el país también es uno de los factores que genera estrés entre la población, independientemente de la afiliación política, una situación que según Evans se produce porque "el coronavirus no reconoce fronteras políticas".
"Es mejor que nuestro país se una en un esfuerzo bipartidista para luchar y superar la pandemia, que se trata de un enemigo común para todos los estadounidenses", recalcó el directivo de APA.
Por otro lado, casi dos tercios de los estadounidenses (64 %) también ven la respuesta del Gobierno a las protestas sociales derivadas de la muerte del afroamericano George Floyd como otro de los desencadenantes de estrés, pero tres de cada cinco personas coincidieron en que el movimiento contra la brutalidad policial y el racismo derivará en un cambio en el país.