El presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, abordó hoy con su homólogo ruso, Vladímir Putin, la necesidad de proporcionar ayuda humanitaria de forma urgente y segura a Gaza ante el deterioro de la situación humanitaria por los bombardeos israelíes como represalia a los ataques de Hamás de la semana pasada.
En una conversación telefónica, ambos mandatarios destacaron "la gravedad de la situación humanitaria en la Franja de Gaza y la necesidad de proporcionar el paso seguro de la ayuda humanitaria de socorro de forma urgente", según un comunicado de la presidencia egipcia.
Las dos partes remarcaron la importancia de "seguir la vía de la desescalada" para "recuperar la estabilidad y la seguridad", así como "priorizar la protección de los civiles y prohibir que sean expuestos a ataques".
Asimismo, se mostraron de acuerdo con "trabajar seriamente para tratar el origen de la crisis", especialmente "la ausencia de un horizonte político para resolver la causa palestina de manera justa y permanente, así como el establecimiento del Estado palestino según la legitimidad internacional acordada".
En un comunicado, el Kremlin pidió el "inmediato" alto el fuego entre israelíes y palestinos y la reanudación del proceso de diálogo político del conflicto en Oriente Medio.
Además, adelantó que el presidente ruso abordará a lo largo de hoy este asunto en una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder palestino, Mahmud Abás, de la misma forma que tiene agendado hablar con los líderes de Irán, Siria y Egipto sobre este conflicto.
De momento, Egipto sigue a la espera de recibir el permiso de Israel para abrir el paso fronterizo de Rafah, que conecta el norte de la península del Sinaí egipcia con la Franja de Gaza, para enviar ayuda humanitaria urgente y permitir la entrada de extranjeros.
En Gaza, los muertos a causa de los bombardeos indiscriminados israelíes superan los 2,750, la cifra más alta en la historia del enclave, que ya cuenta más muertos que en la contienda de 2014 que duró 55 días, y los heridos suman 9,700.
En Israel fallecieron más de 1.400 personas, la gran mayoría civiles, por el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, la peor matanza en la historia del país.