Mientras los fumadores de marihuana se preparan para el "4/20", una celebración anual del cannabis que se realiza cada 20 de abril, la legalización de la hierba en Estados Unidos sigue su marcha.
Dieciocho de los 50 estados, más la capital, Washington, legalizaron hasta ahora el uso recreativo de la marihuana para los adultos.
Muchos estados permiten un cierto uso medicinal, que va desde los aceites con bajos niveles del ingrediente activo THC hasta la casi legalización.
Apenas han quedado al margen algunos estados conservadores como Idaho, Wyoming y Nebraska.
Paradójicamente, la marihuana sigue prohibida según la ley federal. De hecho, es técnicamente una sustancia controlada a la par de la heroína.
De manera que, teóricamente, un usuario de cannabis aún transgrede las leyes nacionales.
Pero en la práctica, los fiscales federales no persiguen a personas o empresas que cumplen las leyes sobre la marihuana de su estado, ni han impugnado esas leyes locales.
Nueva Jersey ya ha legalizado la hierba recreativa pero la venta legal comenzará el jueves.
Rhode Island, Delaware, Hawái, Maryland, Luisiana y Oklahoma son los estados considerados más proclives a ser los próximos a permitir el consumo.
Pero eso podría ser irrelevante, si dan resultado los esfuerzos para despenalizar la marihuana en todo el país.
La Cámara de Representantes aprobó este mes un proyecto de los demócratas que elimina las penas por la tenencia o venta de la droga. El proyecto enfrentará una prueba más dura en el Senado, donde la mayoría demócrata es muy débil.
La marihuana legal ya es un gran negocio -con un valor de unos 25,000 millones de dólares en Estados Unidos el año pasado- y se espera que crezca aún más.
Están en marcha esfuerzos por eliminar la burocracia financiera. Los operadores de cannabis legal a menudo tienen dificultades para obtener servicios básicos como por ejemplo cuentas bancarias o préstamos, debido a que la situación legal del sector está en una "zona gris".
Los estados han reportado 3,700 millones de dólares de ingresos fiscales por ventas de cannabis el año pasado. Y el proyecto de la Cámara de Representantes estima que esos ingresos anuales superarán los 40,000 millones de dólares en 2025.
Por más que el sector legal haya crecido, sigue estando empequeñecido por las ventas ilegales, que ascendieron a 65,000 millones de dólares en 2020 en todo el país
Y esas ventas clandestinas no se limitaron a los estados en donde la marihuana sigue siendo ilegal.
Incluso en California, primer estado que aprobó el uso de la marihuana medicinal en 1996, hasta el 80% de las ventas de cannabis sigue al margen de la ley.
Eso ocurre porque muchos consumidores fieles se quedan con sus proveedores originales -ya sea por la preferencia por el producto o por los precios más bajos gracias a la falta de impuestos- pero también incluye marihuana falsificada que los compradores consumen como legítima.
En general los estadounidenses están a favor de la legalización.
Una encuesta del instituto Pew Research mostró el año pasado que el 91% de los adultos piensa que la marihuana debería ser legal, ya sea con fines médicos, recreativos o ambos.
El año pasado, cerca la mitad de los adultos estadounidenses dijeron a la encuestadora Gallup que habían probado el cannabis, contra un tercio en 1999.
Las empresas de cannabis legal atrajeron la financiación o el apoyo de celebridades, desde los músicos Snoop Dogg y Wiz Khalifa hasta el actor Seth Rogen y el excampeón de boxeo Mike Tyson.
El magnate Elon Musk también es un fanático. Sembró la polémica cuando encendió un porro durante la transmisión en directo del podcast "Joe Rogan Experience". También tuitea su indignación por quienes están presos por el delito de vender marihuana.
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