Agentes de inmigración estadounidenses realizaron una de las más grandes redadas de los últimos años, al detener el martes a más de 110 trabajadores en una compañía de jardinería y paisajismo de Ohio. La operación es parte de la creciente campaña del gobierno del presidente Donald Trump contra aquellos empleadores que contratan a personas que residen ilegalmente en Estados Unidos.
Las autoridades dijeron que no se han presentado cargos penales contra Corso, pero agregaron que la empresa está siendo investigada. Los agentes catearon dos lugares, donde se incautó "un gran volumen de documentos comerciales", dijo el portavoz de la agencia Khaalid Walls.
La redada es parte del nuevo enfoque del gobierno de Trump contra los empleadores que contratan trabajadores irregulares. Es probable que su campaña satisfaga a muchos partidarios de Trump, pero podría alejar a las industrias y compañías que dependen de la mano de obra inmigrante.
La operación del martes fue ensayada y llevada a cabo con una eficiencia silenciosa. En la extensa instalación en Castalia _cubierta de árboles, flores y lonas de invernadero_ no se vio a ningún trabajador corriendo, entre otras razones porque unos 100 agentes de diversas fuerzas de seguridad establecieron un perímetro. Se escuchó una voz en un radio que llamó la atención de los agentes sobre empleados específicos que podrían intentar huir, pero ninguno lo hizo.
Corso no contestó de momento un mensaje en busca de información sobre los países de origen de los trabajadores detenidos.