El gobernador de Minnesota, Tim Walz, convocó a la Guardia Nacional en momentos en los que una herida Minneapolis se preparaba para más violencia el jueves, un día después de que las protestas por la muerte de un hombre de raza negra bajo custodia de la policía dejaron ruinas humeantes, edificios quemados, tiendas saqueadas y un grafiti exigiendo justicia.
El malestar arrasó con varias cuadras del vecindario Longfellow y había protestas dispersas que se extendieron por kilómetros en toda la ciudad.
Fue la segunda noche consecutiva de protestas violentas luego de la muerte de George Floyd, quien jadeaba intentando respirar durante un arresto ocurrido el lunes en el que un agente de la policía mantuvo su rodilla sobre su cuello por casi ocho minutos.
En un video grabado por un transeúnte, se puede escuchar a Floyd diciendo que no puede respirar hasta que lentamente deja de hablar y de moverse.
Se anunció otra protesta para el jueves por la tarde cerca del centro de la ciudad. Algunas tiendas de Minneapolis y los suburbios planeaban cerrar temprano, por temor a más conflictos. La ciudad cerró su sistema de tren ligero y planeaba suspender todo el servicio de autobuses “por la seguridad de los usuarios y empleados”, informó en un comunicado.
El jueves al mediodía, la violencia se propagó a una tienda de Target ubicada a varios kilómetros de distancia, en el vecindario Midway de St.Paul, donde la policía dijo que entre 50 y 60 personas trataron de llevarse mercancía.
Más tarde, la policía de St. Paul y patrullas de la policía estatal bloquearon la entrada, pero los saqueos se extendieron a tiendas a lo largo de la aledaña avenida University, uno de los principales corredores comerciales de St. Paul, y a otras partes de la ciudad.
El portavoz de St. Paul Steve Linders dijo que las autoridades han estado lidiando con disturbios en aproximadamente 20 zonas diferentes de la ciudad.
También lee. FBI da 'máxima prioridad' a la muerte de Floyd a manos de la Policía