Las autoridades de Estados Unidos descartaron este martes el móvil del terrorismo en un choque de vehículos ocurrido en Año Nuevo en la localidad de Rochester (Nueva York), en el que fallecieron tres personas, incluido el conductor al que se atribuye el incidente.
A las 00:50 hora local del lunes (5:50 GMT), un vehículo Ford Expedition chocó contra un Mitsubishi Outlander que abandonaba el aparcamiento de la sala de conciertos Kodak Center de Rochester; ambos arrollaron a un grupo de peatones en la acera y a otros dos vehículos antes de estallar en llamas, de acuerdo con la Policía.
El jefe de la Policía de Rochester, David Smith, dijo en una rueda de prensa que no hay pruebas de que las acciones del conductor estuvieran "motivadas por ninguna forma de sesgos políticos o sociales", mientras que un representante del FBI indicó que no se ha hallado un "vínculo terrorista ni internacional ni nacional".
El conductor del Ford, identificado como Michael Avery, de 35 años, residente de Syracuse (Nueva York) "podría haber sufrido problemas de salud mental sin diagnosticar", según trasmitió su familia a la Policía.
Smith indicó que Avery falleció anoche en el hospital a causa de las heridas, sumándose a los dos pasajeros del vehículo Mitsubishi que fallecieron en el choque, y agregó que la cifra de peatones heridos se ha elevado a 9.
También desmintió que se hubiera hallado una nota de suicidio en la habitación de hotel del conductor, como dijeron este martes algunos medios.
Los bomberos tardaron cerca de una hora en apagar el fuego y las autoridades hallaron "al menos una decena de bombonas de gasolina dentro y cerca del vehículo que colisionó", lo que obligó a llamar al personal especializado en bombas y en incendios de la Policía.
El suceso tuvo lugar tras un concierto de la banda de rock Moe, que en un mensaje de condolencia en Facebook lamentó que "en una noche para la celebración y la unidad, nos enfrentamos con una tragedia que desafía el entendimiento". EFE