El descarrilamiento de un tren de carga ocurrido el lunes temprano en el sureste de Pensilvania provocó evacuaciones preventivas, pero las autoridades informaron que no se reportaron heridos y no representaba riesgos para la población.
El tren CSX de 40 vagones, que operaba en vías de Norfolk Southern, descarriló alrededor de las 4:50 de la mañana en una zona boscosa del municipio de Whitemarsh. CSX indicó que al menos 16 vagones se salieron de las vías, pero autoridades locales dijeron más tarde que habían sido 15 los vagones descarrilados.
Las autoridades evacuaron por precaución 12 viviendas cercanas al lugar del descarrilamiento poco después de que se informara del incidente, dijo el jefe de policía del municipio de Whitemarsh, Christopher Ward. A esos residentes se les permitió regresar a sus hogares alrededor de las 9:30 de la mañana.
Gránulos de silicona se filtraron de al menos uno de los vagones, de acuerdo con la policía de Whitemarsh, pero no representaron ningún riesgo para los habitantes de la zona. Entre los otros vagones descarrilados, cinco contenían urea, un fertilizante líquido, y otro tenía tetracloroetileno, que se usa como agente de limpieza en seco y solvente desengrasante de metales. Al menos otros dos vagones viajaban vacíos.
Si bien las autoridades aún investigan la causa del descarrilamiento, un portavoz de dijo que pudo estar “relacionado con el clima”.
Norfolk Southern —y toda la industria ferroviaria en Estados Unidos— ha estado bajo un intenso escrutinio desde que uno de sus trenes descarriló y se incendió en febrero en Ohio, creando una enorme columna de humo negro, forzando evacuaciones y generando preocupaciones ambientales.