Miles de personas recibieron el martes la orden de evacuar las costas de Texas y Luisiana luego de que la tormenta Laura se fortaleciera y se convirtiera en un huracán que podría golpear la zona con vientos feroces e inundaciones fatales.
A más de 385.000 residentes se les dijo que huyeran de las ciudades texanas de Beaumont, Galveston y Port Arthur, y aún más recibieron la orden de evacuar las tierras bajas del suroeste de Luisiana, donde los pronosticadores dijeron que una marea de tempestad de más de 3,35 metros de altura (11 pies), coronada por olas, podría sumergir ciudades enteras.
El Centro Nacional de Huracanes proyectó que Laura se convertirá en huracán de categoría 3 antes de que su ojo toque tierra, con vientos de alrededor de 185 km/h (115 mph), capaces de causar daños devastadores, independientemente de los daños que puedan causar las marejadas ciclónicas.
“El asunto principal es que vamos a tener un huracán muy fuerte que tocará tierra el miércoles por la noche o el jueves temprano”, dijo el martes el subdirector del Centro Nacional de Huracanes, Ed Rappaport.
Los meteorólogos dijeron que el agua del Golfo de México podría subir de nivel a lo largo de un tramo de costa de más de 724 kilómetros (450 millas) desde Texas hasta Mississippi. Se emitieron advertencias de huracán desde San Luis Pass, Texas, hasta Intracoastal City, Luisiana; así como advertencias de marejada ciclónica desde el sistema de protección contra inundaciones de Port Arthur, Texas, hasta la desembocadura del río Mississippi.
Mientras vientos cruzados desbarataban a Marco, que todavía empapaba la región con lluvias fuertes, había poco que evite que Laura gane fuerza. Casi todas las simulaciones por computadora en las que se basan los pronosticadores muestran un fortalecimiento rápido en algún momento de los próximos días.
“Las aguas son lo suficientemente cálidas en todas partes para alimentar un huracán mayor, de categoría 3 o incluso superior. Las aguas son muy cálidas donde está la tormenta ahora y lo serán durante todo el trayecto hasta la costa del Golfo”, dijo Rappaport.
Laura pasó por Cuba como tormenta tropical después de provocar al menos 11 muertes en República Dominicana y Haití, donde causó apagones e inundaciones en las dos naciones que comparten la isla de La Española. Según los informes, las muertes incluyeron a una niña de 10 años en cuya casa cayó un árbol y una madre y un hijo pequeño que fueron aplastados por una pared que se derrumbó.
Ahora los meteorólogos están dirigiendo su atención a la costa sur de Estados Unidos, donde una elevación de 3,4 metros (hasta 11 pies) de agua de mar, la llamada marejada ciclónica, podría inundar la costa desde High Island en Texas hasta Morgan City, Luisiana, informó el centro de huracanes.
Además de eso, hasta 38 centímetros (15 pulgadas) de lluvia podrían caer en algunos lugares de Luisiana, dijo Donald Jones, meteorólogo de la oficina del Servicio Nacional de Meteorología en Lake Charles, Luisiana.
Laura tenía vientos máximos sostenidos de 120 km/h (75 mph) el martes por la mañana después de pasar entre el extremo occidental de Cuba y la península mexicana de Yucatán. El vórtice del meteoro estaba a 940 km (585 millas) al sureste de Lake Charles, en Luisiana, y se movía al oeste-noroeste a 26 km/h (16 mph).