El gobierno del presidente Donald Trump está recibiendo más quejas de migrantes por el grave hacinamiento, la poca comida y otras dificultades en los centros de detención fronterizos. Algunos migrantes en un campamento de El Paso incluso fueron obligados a dormir sobre el suelo durante tormentas de arena.
La Red Fronteriza para Derechos Humanos emitió el viernes un reporte basado en docenas de testimonios de migrantes recabados en el último mes y medio. El informe es una muestra del hacinamiento y las largas detenciones en los centros en medio de un aumento récord de flujo de familias migrantes que llegan a Estados Unidos desde Centroamérica.
El informe trasciende un día después de que una activista dijo que encontró a una madre adolescente junto a su bebé prematuro dentro de un centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en Texas. La activista dijo que el bebé debería de haber estado en el hospital, no en una instalación donde los adultos están detenidos dentro de grandes áreas cercadas, algo que los críticos describen como jaulas.
"El estado de los derechos humanos en la frontera México-EEUU es grave y sólo está empeorando", dijo la organización pro derechos de migrantes en su informe. "Hay gente que está muriendo por lo que está ocurriendo".
Cinco niños migrantes han muerto desde fines del año pasado, tras haber sido detenidos por la Patrulla Fronteriza, incluyendo un adolescente con influenza que fue hallado muerto en una instalación conocida como “la hielera” por los migrantes debido al frío que hace adentro.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP por sus siglas en inglés, respondió a las quejas diciendo: "Las acusaciones no son hechos. Si hay algún problema es mejor llamar directamente a la CBP. En muchos casos el asunto puede ser resuelto de inmediato".
La agencia federal también citó su respuesta a un informe emitido el mes pasado por el inspector general en el que dijo que el gobierno está comprometido a tratar a los migrantes detenidos "con el mayor respeto y dignidad".
El gobierno de Trump ha responsabilizado al Congreso por el recrudecimiento de la crisis.
Muchas de las quejas se centran en El Paso, donde el inspector general halló un hacinamiento grave dentro de un centro de procesamiento. Una celda diseñada para una docena de personas estaba atiborrada con 76 migrantes, y algunos de ellos tenían que estar parados sobre el excusado.
Los migrantes en El Paso y otros lados también se quedaron de alimentación inadecuada, como recibir un solo burrito y un vaso de agua al día. Las mujeres dijeron que se les negaron productos de higiene femenina.